La música es capaz de cambiar el estado de ánimo si se está triste, reducir el estrés y hacer sentir mejor.

Estudios clínicos sugieren que el sonido de la música presenta numerosos beneficios para la salud del hombre, entre los que se encuentran; el controlar el dolor, mejorar el movimiento y el ánimo de las personas como el mal de Parkinson; también reduce la necesidad de sedantes y analgésicos, durante y después de una operación quirúrgica; disminuye las náuseas durante la quimioterapia. Además, la música ayuda a los pacientes en participar en tratamientos médicos; que acortan su permanencia en hospitales; alivia la ansiedad, baja la presión arterial, disminuye la depresión; incrementa la concentración y la creatividad. En cuanto al insomnio, según un estudio de la Universidad de Louisville, la música clásica ayudó a que 24 de 25 personas con problemas de insomnio, se durmieran rápidamente, durante periodos más largos o volvieron a quedarse dormidos con facilidad luego de despertarse en medio de la noche. El modo de hacerlo es comenzar a relajarse después de la cena, omitir el té, café y evitar las llamadas telefónicas después de la hora 21. Escuchar música más suave y calmada a medida que se acerque la hora de acostarse y escuchar en la cama. Descansar sin moverse, respirando profundamente.

Por Dr Francisco Lázzaro
Médico – MP 1760