Señor director: 

Soy antiguo vecino de Concepción. Lugar de familias con profundas raíces católicas. Casi todos miembros de la exfamilia parroquial, que casi era considerada "la familia” de la Virgen. Hoy laicos que nadan en aguas tibias sin sabor ni condimentos. 

El cambio o rotación de los curas párrocos que se produce últimamente, ha provocado un constante enfriamiento y apatía a los festejos del día de la Inmaculada Concepción de María; que se nota en la poca participación de una fiesta religiosa tradicional, convocante y multitudinaria de la provincia. 

Toda la familia parroquial, como así todos los vecinos del Pueblo Viejo, nos preparábamos para cuando llegara "la Fiesta de la Virgen”, hacer que la provincia viviera con fe y alegría esta conmemoración religiosa, social y cultural. 
Recuerdo con nostalgia la alegría de la novena que empezaba el 29 de noviembre y terminaba el mismo 8 de diciembre, con la solemne precesión. Ese momento esperado por miles de fieles que querían ver la imagen de la Virgen rodeada de los angelitos y miles de flores, recorría las calles de Concepción.  

Viene a mi memoria que en esas épocas nos visitaban los "santos patronos” de las iglesias o templos vecinos. Cada noche con bombas de estruendo y vítores recibíamos a estas visitas en horas de la novena. 

La Misa siempre se ofrecía en acción de gracias, por los difuntos, que por los altoparlantes se trasmitía. La fiesta que como centro era venerar a la Virgen, también se extendía a la plaza "Juan Jufré”, a los templos vecinos y a los paseos de la imagen que se llevaba para visitar a todos los vecinos y fieles, católicos y no católicos de todo Concepción. 

Eran cientos de niños que recibían su primera comunión. Muchos fotógrafos, padres, abuelos, padrinos y fieles a templo lleno en la novena, se recreaban con estos niños. 

Los ritos de la novena terminaban e inmediatamente comenzaban las kermeses en la plaza. Allí ofrecían, comidas, regalos, juegos, etc. Todo a cargo de la familia parroquial, jóvenes, hombres, que hacían lo imposible para recaudar fondos para continuar con la obra del templo, que hoy vemos casi terminada. 

No sé qué paso. La fiesta de la Virgen llega, pasa y no nos damos cuenta. Las casas ya no se decoran y embellecen para cuando pasara la procesión, orgullosa de su pueblo, y nos dejara su bendición. El 8 de diciembre era feriado porque toda una provincia festejaba en el Pueblo Viejo: "La Fiesta de la Virgen”.