Señor director:

No fue la primera vez. Ya en diciembre pasado, se pudo ver en imágenes televisivas a hombres y mujeres de nacionalidad peruana y paraguaya, respectivamente, que con masas en mano, rompían bancos de cemento de la Plaza de Mayo, con el fin de utilizar los escombros como proyectiles para agredir a la policía que custodiaba el Congreso Nacional. Hace unos días sucedió lo mismo con hombres de nacionalidad venezolana, turca y paraguaya. La gran mayoría de los argentinos que se manifestaron por medio de las redes sociales y en páginas de medios de comunicación, estaban enojados por sentirse avasallados en nuestro propio país por extranjeros residentes y violentos que atentan contra la democracia. A todo esto, un alto funcionario de Migraciones dijo que las leyes argentinas en materia de migración son las más "amplias del mundo", por lo tanto poco se podía hacer. En este contexto, se hace necesario reformular muchas leyes e incluso reformar, si así fuera necesario, aspectos de la Constitución Nacional, referida a este tema. Ya no estamos en el siglo XIX o principios del siglo XX, cuando la población argentina era escasa. Ya somos más de 40 millones de personas. La inmigración tiene que ser selectiva y no masiva, como sucede en los países desarrollados. De la forma en que se plantea ahora, y en esta situación, no es descabellado pensar que países de ideología populista envíen agentes infiltrados para promover, en conjunto con populistas argentinos, un estado de caos y desestabilización de la democracia.

 

Leónidas Moreno    DNI 8.198.648