Señor director:
Esta semana fueron noticias las palabras desmesuradas y apasionadas del padre Rafael del Blanco, de Resistencia, advirtiendo que el Derecho Canónico dice: "Toda persona que contribuyere o que efectuara una acción concreta para producir el aborto tanto como los que hacen la práctica, será excomulgado".
Declaraciones muy bien tergiversadas por los pro genocidas, pero así también muy bien aclaradas posteriormente por el obispo de San Francisco, Córdoba, monseñor Sergio Buenanueva, señalando: "La interpretación que se ha hecho es incorrecta, porque la Iglesia dice que sanciona con la excomunión a quien procura el aborto, pero hago hincapié en el verbo procurar, que es algo directo, pero no tiene lugar con los que legislan o con el Presidente que promulga la ley. No están alcanzados con la excomunión".
Por otra parte explicó que "la materia que se debate es delicada desde las dos ópticas y son tema de la convivencia y de la vida, y si bien la discusión tiene momentos muy valiosos, ahora traer agresión verbal no nos ayuda".
Es por ello que la defensa de la vida en esta etapa debe ser inteligente en la estrategia y estar atenta a las chicanas mediáticas que intentan desplegar la minoría pro abortista del país.
Debemos ser sinceros y decir la verdad, pero en pleno ejercicio de la prudencia. Creo en lo personal que a la Iglesia hoy la ocupan y preocupan más temas sociales serios, no excomulgar a políticos que, desde el vamos, tampoco les importa ser excomulgados.
