Señor director: 

De acuerdo a datos oficiales del Banco Central, al 31 de diciembre pasado había en circulación unos 3.086 millones de unidades de $1.000. Como referencia, a principios de 2022 la cantidad de billetes de esa denominación en la calle era de 1.665 millones, lo que implica que en un año trepó 85% la emisión de papeles de esa denominación. Si a esa elevada emisión, agregamos la que se hizo con los demás billetes de menor denominación (de $500, $100 y demás) en grandes rasgos vamos a estar contabilizando una emisión total cercana al 100% en el año, lo cual coincide con el 100% de inflación anual que ha informado el otro organismo también estatal como es el Indec. Como se suele decir: esto es un "dato", no es una opinión.

Y esto va a colación de aquellos que sostienen que la inflación no es consecuencia de la emisión artificial de moneda. Ocurre que el Gobierno nacional está cada vez más acorralado con sus enormes compromisos y es así que con el tiempo que pasa, se ahoga más y por supuesto, lo fácil y simple es recurrir a la emisión artificial de billetes que no tiene ningún respaldo en producción de bienes y servicios, es lisa y llanamente emitir billetes sin ningún respaldo de riqueza (divisas, oro, títulos, etc.) para cancelar sus compromisos y así genera un impuesto tácito que grava a todo el país Impuesto de la inflación), pero lo lamentable es que grava aún más a las clases bajas ya que son las que no tienen posibilidades de resguardarse. ¡Así de simple y una vez más lamentable!

CPN Diego W. Salinas
M.P. 553