El 24 de noviembre del año 2013 fue declarado Día del vino como bebida nacional mediante la Ley 26870. Todo con el fin de impulsar su promoción en el mundo. La promulgación de esta Ley Nacional, representa beneficios directos al producto vino, como así también beneficios indirectos a toda la cadena y a todos los productos de esta industria: difusión de las características culturales que implica la producción, elaboración y consumo de vino argentino y sus tradiciones. Promoción del desarrollo de las economías regionales a partir de acciones relacionadas con actividades de servicios vinculadas al sector vitivinícola. Presencia del Vino Argentino en eventos oficiales del cuerpo diplomático y consular, entre otros.

Desde hace mucho tiempo, la sociedad ha estado fascinada con el vino. Desde la antigüedad, los hombres han considerado al vino como una bebida noble. La vid en sus primeros momentos en el estado natural sólo se encontraba en los países de Oriente Medio. Ellos allí son los primeros en conocer el arte de cultivar la tierra, de seleccionar las plantas y vivir en sociedades organizadas. El zumo de uva fermentado permitió que se salvara la vid. Esa bebida posee asombrosas virtudes, la vid es un don celestial; el vino, la bebida ligado al culto de los dioses y la celebración de los héroes, de los poetas, de los artistas. El vino otorga una euforia agradable y liberadora. La viña cultivada en todos los continentes, en una infinidad de países, todo por el elixir, el zumo de uva fermentado.

Jesucristo compartió pan y vino con sus discípulos y el vino en ese momento fue el elemento de unión eterno con los seguidores, donde quiera que la religión cristiana se implante, allí estará la uva y el vino. Los progresos en la viticultura, el crecimiento de la burguesía, el crecimiento de la revolución industrial, los nuevos estatus económicos han permitido que el vino se extienda en las diferentes clases sociales. Existe una liturgia profana del vino, es la que da un sello inconfundible a las fiestas familiares, las citas amorosas, la reunión con amigos, cosa que ninguna otra bebida puede igualar.

¿Cómo elaborar un buen vino? ¿Con qué comida debemos acompañar tal o cual vino? ¿Cómo ha de servirse? ¡Qué importa! Lo importante es estar con las personas adecuadas, y brindar con mucho amor con el vino que podamos tener.