Señor director:

El golpe militar de 1930 enraizó el quiebre negativo que se consolidó con su reiteración, el 4 de junio de 1943, y su continuidad, en forma predominante, durante más de siete décadas, en la corriente política que lleva el apellido de su progenitor y el autoritarismo que lo caracterizaba. Fue un país, que despertaba en personas de otras latitudes, expectativas de construir con trabajo, sacrificio y honradez, un futuro que no encontraban en sus terruños. Ellos generaron una importante inmigración de trabajadores que ayudaron a nuestro desarrollo y progreso. De ahí, pasamos a despertar en otros, expectativas de concretar sus delitos, a delincuentes de ciertos países latinoamericanos. Es así como el país fue invadido con intensidad durante el gobierno kirchnerista, por la inmigración marginal de narcotraficantes y delincuentes. De ser un país progresista y racional, caímos en decadencia y acentuados rasgos de irracionalidad. La grieta de hoy, no es ajena al quiebre de ayer.