Señor director:
Los escritores y grandes poetas tienen un lugar especial en el corazón de los argentinos. Entre ellos, Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte). Ayer, se cumplió un aniversario más de su fallecimiento, ocurrido el 28 de febrero de 1917. Había nacido en 1854 en San Justo, provincia de Buenos Aires. Poeta y preceptor, sintió vocación por la enseñanza. También alcanzó notoriedad como periodista polémico y apasionado. Logró un empleo en la Cámara de Diputados de Buenos Aires, para luego ser bibliotecario y traductor de la Dirección General de Estadística. Reacio a aceptar cargos políticos por sus duras críticas a quienes vivían a expensas de los impuestos de la gente, el Congreso le otorgó una pensión vitalicia. Sin embargo no pudo gozar de ella; el 28 de febrero de 1917 falleció en La Plata, a los 62 años, en extrema pobreza. Entre las obras que publicó con su seudónimo, se encuentran Lamentaciones, Evangélicas, El misionero, Trémolo, Cantar de los cantares y La sombra de la patria.