Señor director:
Del antiguo vivir en la provincia de San Juan, emergen dichos que hacían y decían nuestros mayores. Todavía, por ahí hay gente grande que las repite, aunque cada vez menos. Había cosas que no entendíamos. Acciones que les veíamos hacer o que nos decían. "Hay que poner el pan siempre boca arriba, que si no llora la Virgen". "Al pan no hay que dejarle el cuchillo clavado, que estas clavando la cara de Dios". Se caía un trozo de pan y al recogerlo lo besabas y decías, "el pan de Dios". De ahí vinieron costumbres y mitos, como pedir perdón si se tiraba a la basura, porque tirábamos las "Gracias de Dios".
Tener el pan de cada día, es "Gracia de Dios", y tirarlo podría traer malos momentos. Más allá de lo que nuestros mayores o los abuelos nos trasmitían, respetábamos y valorábamos sus experiencias. Sabiduría que dan los años. Convivíamos con sus dichos, sus mitos y forma de vida.
A diferencia de lo dicho, en la actualidad, puede verse el maltrato hacia a nuestros mayores. Todo lo que nuestros mayores nos decían tenía un significado. El pan es sinónimo de vida, de alimento y prosperidad.
Besar el pan, antes de tirarlo porque se cayó, es ser humilde a la vez generoso.
