Señor director:
Con nuestra más humilde consideración, damos a conocer nuestra postura, con un pensamiento claro y conciso, enclavado en las Santas Escrituras, ante la controversia plenamente conocida en nuestro país y el mundo en cuando al aborto. Un hijo es una gran bendición. El derecho a la vida, como derecho fundamental y superior a todos los demás, posicionándonos a favor de la vida de la madre y del niño por nacer. La Iglesia Evangélica de San Juan, que agrupa a varias instituciones, nos declaramos en contra de la despenalización del aborto, en el marco del debate recientemente abierto en el país. La práctica de abortos clandestinos, más allá de cuántos sean, es en sí mismo un grave problema humanitario y de la sociedad actual. Las secuelas emocionales del aborto, clandestino o legal, son profundas y difíciles de sobrellevar. Entendemos que la salud pública argentina necesita encontrar propuestas que cuiden y protejan a la madre y su hijo, y defiendan la vida, tanto de la mujer como la del niño por nacer. Consideramos que el llamado derecho a decidir es un falso argumento, que nada dice del derecho a vivir del que está siendo gestado. La biología, la embriología, la deontología médica, así como el derecho, la filosofía y la antropología demuestran que hay dos personas. La ideología favorable al aborto trata de instalar la idea de que solo existe una persona. Nuestra posición en favor de la vida no es confesional o religiosa, sino científica, racional y ética sujetos a la vida. El aborto intencional es un acto de extrema violencia que termina con la vida de un inocente. Por eso entendemos que la despenalización del aborto en todas sus formas quebranta una ley superior, el mandato universal "No matarás". En nuestra legislación argentina, su Constitución, el Código Civil y los Tratados internacionales suscritos por Argentina protegen al niño por nacer desde su concepción. Nadie puede decidir quién vive y quién no tiene derecho a seguir viviendo, ya que no existe un derecho a matar.
Señores diputados y senadores, apelamos a su conciencia, moral y consideración a la mayoría de sus electores.
Ángel Carrizo
Consejo Pastoral de San Juan
