Señor director:

En Chile han salido a la calle personas de todas las tendencias políticas, también votantes de Piñera, que protestan porque el país padece una enorme desigualdad social. Ni Lagos, ni Bachelet, ni ninguno de los gobernantes hasta el día de hoy han reformado un sistema sanitario y educativo que dejan mucho que desear. En todo caso la violencia no tiene justificación y es necesario restaurar el orden público. Pero el Gobierno debe convocar a las fuerzas sociales, negociar con las fuerzas de la Concertación y asumir conjuntamente los cambios socioeconómicos que se han ido postergando. La estabilidad política nunca es tal cuando esconde desequilibrios sociales que comprometen la auténtica paz social.