Señor director:
Ver cómo el agua corre por las acequias de distintos barrios de San Juan es algo que desde hacía años no ocurría. Esto, debido a las sucesivas sequías que padeció la provincia. Sin embargo, el agua que en diversos tramos riega los árboles, suele verse interrumpida. Sí, los residuos que hay en las acequias hacen que el preciado líquido se derrame por las calles y forme lagunas que se transforman en un peligro para los peatones, debido a que los vehículos pasan rápido y mojan a las personas.
Esto que cuento se puede ver en diversos departamentos del Gran San Juan, incluso Capital. Pero no es intención cargar responsabilidades con los empleados municipales, sino llamar a la reflexión a todos los sanjuaninos. Es necesario que los frentistas mantengan la limpieza de sus acequias y que toda la comunidad no arroje residuos a los cauces de agua. Sólo así podremos disfrutar de árboles más verdes y sanos.
