Señor director:

Estamos acostumbrados a no respetar las leyes. Esta frase se escucha desde hace muchos años y se aplica a todo nivel de la sociedad y en cualquier área. En este caso a los automovilistas que viajan a Chile. Tuve la oportunidad de estar unos días en Viña del Mar y La Serena. Pude observar a muchos argentinos, entre ellos miles de sanjuaninos, respetar las señales de tránsito y conducir sus vehículos con cordura. Sin embargo, ni bien cruzan la frontera hacia Mendoza y luego a San Juan, todo ese respeto lo arrojan a la basura. Es cuando las leyes no importan y parece que muchos se vuelven “locos” al momento de transitar. Cometen infracciones a más no poder y nadie les dice nada. Tampoco respetan a las autoridades policiales de tránsito. Así, todo se vuelve en caos. ¿Será que las leyes tienen que ser más duras y quitarles las licencias de conducir para que muchos comiencen a respetar su vida y la del resto?