Señor director:
El concepto de enfermedad que domina en gran parte la mentalidad médica moderna es la de algo extraño a la persona que la padece, sin que tenga mayor relación con el tipo de vida que ésta lleva. Así se habla de la enfermedad que "ataca” a los más inocentes organismos; se dice que alguien "contrae” una enfermedad o que se "pesca” una enfermedad; así se habla de seres malignos, los gérmenes que "anden por ahí”, atacando a quien quiera que encuentre en su camino. La tarea, entonces, del médico moderno, es matar o expulsar a esos intrusos enemigos, gérmenes o virus. La nueva medicina naturista se opone a esa concepción de la enfermedad y a su tratamiento con fármacos. El concepto naturista de la enfermedad se basa en el hecho fisiológico de que la causa primordial de la enfermedad, no es la bacteria o el virus, sino la debilitada resistencia de una persona, originada en sus hábitos de vida antinatural y en la tensión física y emocional que afecta su sistema inmunológico. Por ello, la única forma racional y efectiva de restituir la salud es eliminar la causa del trastorno. Cuando con una ayuda médica apropiada, una alimentación correcta, una depuración del organismo, jugos, hierbas y otras terapias naturales, se eliminan las causas productoras de la mala salud, los síntomas desaparecen. La enfermedad, como la concibe la medicina naturista, no es un estado negativo que debería combatirse con todos los medios posibles, sino por el contrario, es un esfuerzo de autodefensa del organismo para restaurar la salud. Es un proceso constructivo, positivo, que las mismas fuerzas curativas iniciaron para conseguir la salud.
