Una postal común en los últimos meses es ver cartoneros en alrededores de la Casa Rosada y el Congreso de la Nación, en busca de material reciclable.

Joaquín Rodríguez, un  "cartonero” de 24 años, es una víctima impensada de la desaforada inflación de Argentina: por la crisis, cada vez encuentra menos residuos para reciclar al recorrer diariamente las calles de Lomas de Zamora, en los suburbios de Buenos Aires, con su inmenso carro. La menor cantidad de basura no solo golpea a miles de argentinos pobres como Rodríguez que subsisten con la venta de  plásticos, cartones o botellas de vidrio, sino que es un signo de la caída del consumo por la pérdida de poder adquisitivo de  la población. "Cada vez juntamos menos residuos. A la gente no le queda otra que hacer el mismo trabajo que nosotros: cada vez hay más cartoneros y menos residuos”, señaló Rodríguez, quien consideró que el cambio se observa desde mayo por la alta inflación. 

Con una crónica escasez de divisas y un elevado déficit fiscal, Argentina no logra dejar atrás una prolongada crisis que se ahondó con la pandemia de coronavirus. Si bien la economía volvió a crecer en 2021, el futuro quedó envuelto en sombras por una inflación que este año llegaría al 76%, de acuerdo con el último sondeo entre expertos realizado por el banco central. 

AUMENTO DE LA POBREZA

La pobreza, que se había reducido al 37,3% de la población el año pasado, subiría al 40% en la segunda mitad de 2022,  "básicamente por la inflación y porque no se está creando más empleo", señaló Agustín Salvia, de la Universidad Católica  Argentina (UCA). Según la consultora privada Focus Market, el consumo  retrocedió en junio un 4,5% respecto del mismo mes de 2021 y  acumula una baja del 2,4% en los primeros seis meses del año.

"Los negocios que antes sacaban dos veces al día cartón, a la mañana y a la tarde, sacan una sola vez al día, porque no hay  ventas", explicó a Reuters Paola Godoy, de 40 años, en medio de inmensos fardos de plásticos, cartones y nailon que los  recicladores cargaban sobre sus espaldas. Godoy preside la cooperativa de reciclaje Jóvenes en  Progreso, que produce bolsas de nailon con el material que los cartoneros recolectan en la puerta de comercios, mercados y casas de Lomas de Zamora.                                  

INESTABILIDAD

Un reciente sondeo de la consultora Trespuntozero mostró que  el 75,8% de los argentinos considera "malo o muy malo” el  desempeño del Gobierno en la economía. Por la caída del poder adquisitivo, la clase media se vio  obligada a modificar algunos hábitos: compra productos de marcas baratas, deja de consumir bienes considerados caros o cambia a sus hijos de escuelas privadas a públicas. No hay datos oficiales actualizados sobre volúmenes generales de residuos. Dependiendo de la cantidad de horas que trabaje, un cartonero en Buenos Aires puede ganar unos 30.000 pesos mensuales (233 dólares). 

 

Por Nicolás Misculin 
Agencia Reuters