Señor director:

 Este verano, como los anteriores, se presenta con mucha inestabilidad. Días de un sol "aterrador", que quema y cuyo calor se vuelve tortuoso. De repente cambia y llueve y baja la temperatura 10 ó 20 grados. Las consecuencias son la elevada humedad, que provoca en muchas personas, los típicos estados gripales, que conviene consultar al médico y no automedicarse. Pero además, salen a la luz problemas en las calles recién asfaltadas, porque en algunos casos están mal niveladas y se producen charcos de agua queda estancada por varios días. Eso ocurre en varias calles del centro y en barrios de los departamentos del Gran San Juan. En muchas ocasiones, el problema es porque el agua no puede escurrir hacia las acequias, porque están con residuos de todo tipo. Con este panorama, se hace necesario crear conciencia ciudadana de mantener higiénicas las calles y acequias de cada barrio sanjuanino, para prevenir posibles inundaciones. Lo mismo aquellas personas que levantan ranchos con paredes de cañas revocadas con barro. Hace algunas décadas, se acostumbraba a "cortar" adobes, que en el mejor de los casos, se puede hacer por parte de una persona con ganas de trabajar.