Señor director: 

Le hago llegar esta carta con el objeto de que sea leída por las máximas autoridades de la provincia, particularmente por el señor Gobernador. "Cuando mis amigos y colegas, se enteraron de mi presentación en el "Concurso de la Vacante de Ministro de la Corte de Justicia de San Juan”, me hicieron las siguientes preguntas: ¿Tenés apoyo político? ¿Sos peronista? ¿Tenés apoyo de la Iglesia o de la Católica? ¿Quién te dará una mano en el Consejo?  

La respuesta fue la misma para todos. No, nadie me apoya. Todos esbozan una pequeña sonrisa y me dijeron que retire mi carpeta. Y empezaron a nombrar a los favoritos de Gioja o del Gobernador. Que el fiscal y un camarista son números puestos. Que son los elegidos del exgobernador. Que su exasesor o su amigo de Pocito son los elegidos del Gobernador. Que tal o cual son apoyados por la Iglesia. 

¿Y por qué le escribo esto para que llegue al Gobernador? Porque esa es una muestra que nuestra sociedad se acostumbró a que el gobernador de turno o el partido gobernante o la Iglesia Católica, ayude a designar a los jueces. Para ellos es como si esto fuera un requisito para poder presentarse a esos cargos. 

Señor Gobernador, yo le pido que usted sea distinto. Yo soy distinto. Me presento a un cargo, sin apoyatura política de nadie. No quiero ni me gusta deber favores de nadie. Si llego a un cargo no quiero ataduras.  
El juez debe ser libre de todo tipo de presiones para poder fallar en libertad y sólo ajustado a derecho. Hoy nuestra Justicia está sospechada de parcialidad. 

Lamentablemente nuestra sociedad está en crisis. Hoy convivimos con la corrupción, con la inseguridad, delitos aberrantes. El ciudadano común permanente expresa que no hay Justicia. Desconfía de la Policía, de los políticos, de los jueces. Y en gran parte, respecto de la Justicia tiene razón. 

Cuando en una sociedad no hay Justicia, se termina en un Caos. No lleguemos a eso señor Gobernador. Se lo debemos a nuestra sociedad y en especial a nuestra Juventud. Hoy sólo ven corrupción por todos lados. Es hora de cambiar. Cambiar no sólo la Justicia, sino también la elección de sus miembros. 

Llegó el momento de que los independientes, que no participamos en política o en cargos del gobierno o dando clases en la Facultad Católica o perteneciendo al sistema del Poder Judicial, tengamos oportunidad de acceder a un cargo judicial. 

Es hora de que alguien que sufre nuestro sistema judicial llegue a integrar la Corte. Llegó la hora de que alguien que tiene la misma visión que el ciudadano común llegue a la Corte. 

Señor Gobernador, le pido me ayude a demostrarle a la sociedad que no todo está perdido. Que todavía quedamos personas a las que nos interesa la provincia y en especial la Justicia sanjuanina.