Señor director:
Los argentinos nos quejamos todo el tiempo de que las leyes son demasiado blandas para quienes cometen delitos. Dejar basura en lugares públicos también debe ser considerado un delito penal, no sólo contra el medio ambiente, sino contra la salud pública. Digo esto porque en muchos lugares de Capital y Gran San Juan, hay lugares que sufren el estigma de ser depósito de basuras. Sólo voy a citar dos sitios como ejemplo. La calle Roger Ballet al lado de terrenos de la Escuela de Enología, en Capital y la calle Dorrego, al lado de a Plaza San Juan Pablo II, en el Barrio Aramburu, Rivadavia. Ya son muchas las quejas de vecinos y ninguno de los municipios toma medidas concretas. Es más, en el segundo de los casos mencionados, hasta sacaron el contenedor de residuos, que en algo aportaba para que no se viera la zona como un basural. Es de esperar los organismos públicos trabajen junto a la Justicia de Faltas y la Policía para identificar y sancionar a los infractores que arrojan residuos.
