Señor director:
Para quienes conducimos motos y bicicletas, los baches suelen ser enemigos peligrosos. "Tragarse” uno de estos pozos de dimensiones diversas pueden traer distintas consecuencias, como la rotura de las llantas o en el peor de los casos, sendas caídas con heridas en los conductores. Podría citar infinidad de baches en las calles de la ciudad. Pero menciono al menos uno como ejemplo, en el cual me caí hace unos días: el de calle Santa Fe esquina Tucumán, donde al parecer han hecho una obra, pero les faltó rellenar ese hueco. Las obras en las calles y su posterior repavimentación tiene que tomarse en serio. La vida de las personas, en especial las que viajan en vehículos de dos ruedas, corren serios riesgos. Y, ante cualquier caída, todos los organismos estatales se hacen los desentendidos.
Renato Beltrán DNI 13.736.856
