"La biblioteca continúa siendo escena del crimen", dijo el director ejecutivo de la biblioteca, sir Roly Keating, sobre el ataque que se consumó el 28 de octubre. El ransomware Rhysida, el software utilizado para el ataque, fue creado en Rusia, y generó que se perdiera todo su archivo electrónico. 

La primera amenaza de los piratas, que pidieron un rescate de más de medio millón de euros, fue que estaban dispuestos a dejar en la llamada "deep web" los 573 gigabytes de datos que se almacenaban en los ficheros de la institución. En esos archivos figuran unos 490.000 ficheros de la biblioteca con información "exclusiva, única e impresionante", según un texto breve con el que los autores del robo amenazaron a las autoridades. 

La biblioteca más importante del Reino Unido custodia colecciones históricas y contemporáneas y cuida un patrimonio de más de 170 millones de documentos, la mayoría de libre acceso a académicos e investigadores.

Por Agencia Télam