
Por estos días se están conociendo los galardonados de los prestigiosos premios Nobel. La más reciente distinción fue el Medicina 2019, otorgado a los estadounidenses William Kaelin, Gregg Semenza y el británico sir Peter Ratcliffe "por sus descubrimientos sobre cómo sienten las células y se adaptan a la cantidad de oxígeno disponible”. La historia de Nobel se remonta a una obsesión que embargaba a Alfred y a su padre: encontrar un material explosivo exento de peligro. Para ello partió de la Nitroglicerina, pero el 3 de septiembre de 1863 un suceso marcó el comienzo de la lucha de Nobel con el mundo. En su laboratorio se produce un accidente que acaba con la vida de su hermano y un empleado. Pero Alfred no se desalienta y decide llevar a cabo sus trabajos a bordo de un viejo barco. Al poco tiempo produjo un aceite explosivo llamado "Nobel” ocasionándole una fortuna, pues muchos países se interesaron en montar fábricas de este material. Pero los accidentes se suceden y vuelven a enfrentar a Nobel con el mundo; había que inventar algo menos peligroso: así nace la dinamita.
Nobel fue un químico autodidacta. Realizó sus investigaciones en Rusia, Suecia, Alemania, Francia, y al final de sus días en San Remo, Italia, donde falleció en 1896. De gran inteligencia, hablaba ruso, alemán, inglés, francés, noruego, danés y su sueco natal. Inquieto a nivel intelectual buscó durante toda su vida un sistema filosófico que le satisficiera. En 1895 redactó un testamento sin presencia de notario en el que legaba toda su fortuna a una fundación tutelada por el entonces Reino Unido de Suecia y Noruega. Suecia administra actualmente premios de la Fundación Nobel, mientras que el Parlamento Noruego, es el encargado de adjudicar el de la Paz. La entrega de premios tiene lugar en Estocolmo durante una ceremonia con los reyes de Suecia. Su testamento leído el 30 de diciembre de 1896, asombró a la humanidad. La inmensa fortuna sería destinada a premiar la labor de quienes contribuyeran a forjar un mundo mejor. Desde 1901 hasta la actualidad, se han entregando premios a quienes se han destacado en los campos de la Física, Medicina, Literatura y la Paz, este último el más apreciado por Nobel. El capital, 31.225.000 coronas se colocan de manera que los réditos permiten otorgar premios anuales en cinco partes iguales. Las propuestas deben estar hechas por quienes reúnan los requisitos establecidos en el testamento doce meses anteriores al 1 de febrero del año en que se trate para facilitar su estudio. No deben tenerse en cuenta la nacionalidad, raza, color, ideología política o religiosa. Se otorga anualmente el 10 de diciembre acompañado de una medalla de oro en una de cuyas caras está grabada la efigie de Alfred Nobel. Cinco argentinos fueron galardonados hasta ahora: Carlos Saavedra Lamas (Nobel de la Paz en 1936), Bernardo Houssay (Nobel de Fisiología y Medicina en 1947), Luis Leloir (Nobel de Química en 1970), Adolfo Pérez Esquivel (Nobel de la Paz en 1980) y César Milstein (Nobel de Fisiología y Medicina en 1984).
Por Carlos R. Buscemi
Escritor
