Una mujer cordobesa de 39 años presentó una demanda por más de 100 millones de pesos contra la empresa AstraZeneca por los efectos secundarios que le habría provocado la vacuna contra el coronavirus.

La denunciante se llama Flavia Ochoa, tiene 39 años y es oriunda de Coronel Moldes, en el sur de la provincia de Córdoba. En primer lugar inició un trámite administrativo ante el Ministerio de Salud y ahora, su denuncia llegó al Juzgado Federal de Río Cuarto. Según la demanda, le diagnosticaron “síndrome de Guillain Barré con cuadriparesia” por lo que tuvo que estar dos meses en silla de ruedas y con un tratamiento de rehabilitación intenso.

Según informó su abogado Pablo Roca en diálogo con El Doce, Ochoa se aplicó la vacuna AstraZeneca contra el covid el 4 de enero de 2022 y rápidamente tuvo los primeros efectos adversos, que padecería hasta el día de hoy. Según su relato, “hubo un daño a la fe pública y al sistema de salud en general provocado por AstraZeneca”.

La demanda contra AstraZeneca
Ochoa demandó por presuntos daños y perjuicios a AstraZeneca y al Estado Nacional (ANMAT). La mujer reclama poco más de $100 millones de pesos en total: $7,4 millones por incapacidad sobreviviente, $25,3 millones por el fondo de reparación Ley 27.573, otros $9,3 millones por el proyecto de vida-pérdida de chance, $7,5 millones por daño moral, $1,5 millones por el daño moral de la pareja, $49,5 millones por daño punitivo y $180 mil por daño emergente.

Según contó la denunciante en la demanda a la empresa, el mismo día que se aplicó la vacuna comenzó a tener síntomas y los médicos le dieron “decadrón y diclofenax” para calmar sus dolores.

“A posteriori a las 19:30 Hs. del mismo día comencé con calambres fuertes, se me aflojaban las piernas, luego me tuve que acostar temprano por los fuertes dolores que padecía, al otro día no pude ponerme de pie, me caí en peso muerto, tuvo que levantarme mi pareja. Consultando a mi médico de cabecera, la doctora. me dijo que podía ser un efecto adverso de la vacuna que me había inoculado, pues cuando acudí al hospital de mi pueblo (Coronel Moldes) me confirmaron que se trataba de una reacción a la vacuna”, informó Infobae al dar a conocer la demanda en la que Ochoa.

Qué es el síndrome de Guillain-Barré
El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco frecuente en el cual el sistema inmunitario del organismo ataca los nervios. La causa exacta se desconoce y la recuperación puede tardar varios años. Si bien la mayoría de las personas se recuperan por completo, algunos casos graves pueden ser mortales.

Los síntomas suelen ser debilidad y hormigueo en las manos y los pies. Estas sensaciones pueden extenderse y paralizar todo el cuerpo. La mayoría de las personas con esta afección deben ser hospitalizadas para recibir tratamiento y la forma más grave del trastorno se considera una emergencia médica.

Los afectados pueden caminar otra vez seis meses después de que hayan comenzado los síntomas, pero algunas personas pueden tener efectos persistentes, como debilidad, entumecimiento o fatiga.

Por qué Astrazeneca dejó de comercializar su vacuna
Después de más de tres mil millones de dosis aplicadas, AstraZeneca anunció que retira del mercado su vacuna contra el SARS-CoV-2. Según indicaron, la decisión fue estrictamente comercial y se debe a que las nuevas variantes del coronavirus impulsan la demanda de fórmulas actualizadas.

Según explicó Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador del Conicet, esa vacuna causa trombosis en 2 casos por millón de vacunados, mientras Covid hace lo mismo en 10 casos por millón de infectados. “Si bien todos los fármacos y vacunas tienen efectos adversos, la de AstraZeneca resultó segura y con una relación riesgo/beneficio positiva. Estuvo bien aplicarla –subraya–. Luego, al tener muchas otras aún más seguras, es normal y racional dejar de usarla”.

“Lo primero que hay que aclarar es que al momento de decidir vacunar, nosotros ya sabíamos que esta vacuna podía causar un efecto adverso raro como la TTS –agrega–. Pero dado que no había disponibilidad de vacunas en plena pandemia y su relación riesgo/beneficio era totalmente favorable, no hay ninguna duda al respecto. Después, con el correr de los meses, fueron apareciendo otras con un perfil de seguridad aún mejor. Y en ese momento se vuelve razonable dejar de utilizarla y empezar a administrar las nuevas. Eso es lo que se hizo. No hay nada sospechoso ni raro”.