Mauricio Macri reunió esta tarde a la Mesa Ejecutiva del PRO para definir una postura sobre temas clave en la relación política con Javier Milei y el Gobierno. Convocó a los gobernadores, intendentes y referentes legislativos de su partido a la sede que la casa amarilla tiene en la calle Balcarce, a pocas cuadras de la Casa Rosada. El cónclave decidió algo que consolida el vínculo político institucional con el oficialismo: el PRO no dará quórum mañana en la sesión en Diputados para debatir la modificación a la Ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Se trata de una iniciativa impulsada por la oposición para que el Congreso pueda rechazar un Decreto con el voto afirmativo de una sola cámara. Actualmente se exige el rechazo de las dos.
Es un alivio para el Gobierno. El PRO reúne 40 diputados y de haber dado quórum, la oposición tenía el camino allanado para poner en funcionamiento la sesión. De igual modo, los bloques que promueven la nueva normativa confían en que tienen los votos para iniciar el debate en el pleno. Al no dar quórum, el macrismo evita tensar más la relación con Milei. Es un gesto de “institucionalidad” en la sociedad política que el partido amarillo sembró en el Congreso con La Libertad Avanza.
Si la sesión se pone en marcha porque la oposición logra el quórum, el PRO votará junto con los libertarios para rechazar la Ley que busca modificar la regulación a los DNUs. “Si consiguen quorum, no vamos a votar con el kirchnerismo”, deslizó ante Infobae uno de los dirigentes presentes en la reunión. “Todo el año sostuvimos la gobernabilidad del Gobierno nacional. No va a cambiar ahora”, concluyó.
La reunión de esta tarde comenzó a las 16 y participaron Rogelio Frigerio (Entre Ríos), que se sumó por Zoom, Jorge Macri (CABA), Nacho Torres (Chubut); los diputados Cristian Ritondo, Diego Santilli y María Eugenia Vidal; los intendentes Soledad Martínez (Vicente López) -vicepresidenta del PRO nacional-, Guillermo Montenegro (Mar del Plata); así como Facundo Pérez Carletti, secretario general del partido, que también estuvo remoto, y Fernando De Andreis, estratega y asesor de máxima confianza del ex presidente.
Fue una reunión importante de cara a días que pueden alterar o consolidar las negociaciones con el oficialismo de cara a 2025. El ex mandatario consideró que lo mejor para el PRO en este contexto es que sus legisladores no den quórum mañana.
El ex presidente observa que en su partido hay “malestar” con el Gobierno porque no se cumplen puntos acordados con La Libertad Avanza. Evalúan que el apoyo dado a la Casa Rosada en el Congreso debe habilitar un win-win que se materialice en atender reclamos de los gobernadores e intendentes amarillos. Además, piden que el oficialismo ejecute sugerencias que hizo el ex presidente para agilizar temas de gestión. De fondo, son discusiones de poder en la víspera del 2025, año electoral clave para los libertarios y para los macristas.
En el PRO consideran que “no hubo cambios para mejor” en la relación con el Gobierno desde la última reunión de la Mesa Ejecutiva que había convocado Macri el 24 de octubre. Fue aquella tarde en la que los citó al Centro de Convenciones de la Ciudad porque estaba jugando un torneo mundial de bridge. Macri auténtico. De aquel cónclave surgió la exigencia del macrismo para pedir al Gobierno “gestos” en el Presupuesto 2025. Macri pretende que Milei conceda a sus gobernadores e intendentes partidas para obras públicas y gestiones locales.
Respecto al conflicto del Gobierno con los gremios aeronáuticos, Macri y los referentes del PRO presionan a Milei para que acelere la reforma de fondo sobre el modelo de sindicalismo que rige. “Exigimos el tratamiento de la ley de democratización sindical que presentaron varios diputados de nuestro bloque”.
Se trata de una serie de articulados sobre el tema que tienen estado parlamentario. La Casa Rosada ordenó en septiembre a sus diputados no dar quórum sobre esos proyectos con el objetivo de bajar la tensión con los sindicatos. En Balcarce 50 consideran que tienen “varios frentes de conflicto abierto” y que deben esperar para ejecutar una modernización profunda del modelo sindical. En el macrismo asumen que el Gobierno pactó con una parte de la CGT para no hacer esa reforma. Es una hipótesis que en La Libertad Avanza rechazan.
En cuanto a Aerolíneas Argentinas, Macri insiste con la necesidad de privatizar la compañía.
Cristian Ritondo, jefe de la bancada del PRO en Diputados, fue designado por Macri como nexo con Santiago Caputo. Ambos se juntan semanalmente en Casa Rosada. El objetivo es que funcione como un espacio de diálogo para recibir inquietudes de intendentes, gobernadores y referentes del PRO. Se tratan temas de gestión y de carácter legislativo. En el macrismo insistían por un lugar en la mesa de toma de decisiones.
El diputado nacional recogió los reclamos de la última reunión con Macri y los gobernadores PRO y los llevó a su mesa con Caputo. Pero en el macrismo insisten por estas horas con que el Gobierno no hizo lugar a las solicitudes.
El expresidente está concentrado en los pedidos que le hicieron los gobernadores del PRO y pretende avanzar con una especie de operativo para presionar a la Casa Rosada con el objetivo de obtener resultados de gestión para los espacios de poder de su partido.
Exigirá a Milei que facilite las condiciones de los gobernadores amarillos de cara a 2025 contenidas en la ley de leyes. En lo inmediato, los gobernadores y los intendentes amarillos exigen fondos del Gobierno nacional para terminar obras públicas inconclusas o para ejecutar nuevas. El Gobierno necesita del PRO para empujar el Presupuesto en el Congreso y el macrismo pretende cobrar caro ese apoyo.
El listado también incluye cumplir con los fondos establecidos por la Justicia por la coparticipación de la Ciudad, regular la situación de Salto Grande y resolver las cajas jubilatorias de Chubut y Entre Ríos. El macrismo asegura que defenderá la meta de un Presupuesto con déficit cero, como propuso Milei. Pero pretenden que se cumplan esas condiciones.
Macri tiene una llave para ejecutar esa presión. El martes empezará el debate en Diputados sobre el proyecto para modificar la Ley de reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Es un proyecto sensible para Milei. El Presidente tiene fragilidad parlamentaria y apela a los DNUs para motorizar parte de su agenda política.
El líder del PRO convocó a una reunión de su mesa chica para esta semana con el objetivo de definir una postura sobre la Ley de DNUs y analizar otros puntos nodales de la relación con el Gobierno. En el partido hay posiciones encontradas sobre ese tema. Macri busca mantener una estrategia concertada para mayor eficiencia en la negociación.
Macri conoce que el tema es especialmente relevante para el Poder Ejecutivo. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad y figura política del Gobierno, enfrenta una resistencia interna en el PRO. Busca por estas horas evitar que el macrismo ejerza presión a Milei de cara al debate sobre la Ley de DNUs.
En simultáneo, Macri busca que el Gobierno acelere las privatizaciones. Impulsa el debate en el Congreso del proyecto para declarar a Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización. Es de autoría de Hernán Lombardi. Los libertarios, un sector de los radicales y de la oposición dialoguista apoyan la iniciativa.
Además, el ex presidente enfatiza la “urgencia” de privatizar las rutas. Alude al proyecto del Gobierno para pasar a manos privadas la empresa estatal Corredores Viales SA, que controla la red vial más importante del país. Macri ve que el Gobierno demora las privatizaciones y presiona para que Milei apriete el acelerador.
Son estas discusiones con las que el PRO busca tensionar con el Gobierno en la puerta del año electoral. De cara a 2025, el partido que preside Macri debe renovar 22 bancas en Diputados y una en Senado. Si bien ese número no será fácil de alcanzar, en el macrismo deslizan que con sostener un bloque de 30 legisladores tendrán suficiente poder de presión como para ser “necesarios” para Milei.