Las lluvias torrenciales que comenzaron viernes por la madrugada en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca provocaron una catástrofe natural casi sin precedentes y de la cual todavía no hay una certeza del grado de daño. Hasta anoche, se contabilizan 13 personas muertas, 1.059 evacuados y pérdidas incalculables.
Además, la incertidumbre reina por la desaparición de Pilar Hecker, de 5 años, y su hermana Delfina Hecker, de 1, dos nenas que habrían estado en la localidad de General Cerri en el techo de una combi con su madre (Marina Haag) cuando los arrasó el agua, producto del trágico temporal. “Estaban en la zona entre el frigorífico y las vías del ferrocarril”, se publicó en las redes sociales.
En cuanto al operativo y la evaluación de la situación, el gobierno bonaerense calificó el fenómeno como una “tragedia” que obliga a “reconstruir” la ciudad. Todas las actividades fueron canceladas y recorrieron la zonas afectadas la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el ministro de Defensa, Luis Petri, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Kicillof estuvo en Bahía Blanca y Coronel Rosales para evaluar los daños y coordinar acciones de asistencia. Durante su recorrido, participó del Comité de Crisis, inspeccionó el Hospital Interzonal Dr. José Penna y solicitó al Gobierno nacional $10.000 millones como fondo de emergencia para asistir a la catástrofe.
El día después de la tragedia entregó postales dramáticas en toda la zona donde golpeó el temporal. Cientos de autos chocados, vecinos en las calles que sacan sus muebles para intentar secarlos, mientras otros con baldes tratan de quitar el agua de sus casas sabiendo que el daño en el interior es grande y, en muchos casos, compromete la seguridad de la vivienda. “El esfuerzo de toda una vida se lo llevó el agua, y lo poco que quedó está arruinado. No sé cómo vamos a salir de esto”, contaba, apesadumbrada, una vecina de uno de los barrios más afectados por el temporal. En el barrio universitario, por ejemplo, zona del Canal Maldonado, varios puentes están clausurados debido al paso del agua y al destrozo que provocó el caudal.
Cientos de instituciones a lo largo y ancho del país recolectan insumos para colaborar con la dramática situación.