En medio del escándalo por los cortes del gas a industrias y comercios por el frío y el GNC a las estaciones de servicio, el Gobierno resolvió aplicar sólo parcialmente la quita de subsidios a las tarifas de gas y electricidad en junio lo que implica que habrá un aumento reducido y no de alto impacto en las tarifas el mes que viene.
En concreto, el Gobierno volverá a congelar las subas previstas para junio a las empresas que se encargan tanto de la distribución como del transporte de luz y de gas en el país, en busca de evitar un impacto mayor en la inflación de los aumentos que se vienen.
Estaba prevista que desde junio comenzara la quita de subsidios sobre los usuarios de ingresos medios y bajos, que pagan menos de un 5% del costo total de la energía, con el objetivo de evitar un salto en el gasto público que ponga en peligro el objetivo de equilibrio fiscal.
Las distribuidoras y transportistas (Edenor, Edesur, Metrogas, Naturgy, Camuzzi, Transportadora de Gas de Sur (TGS), Transportadora de Gas del Norte (TGN), entre otras, mantienen el descontento por la decisión de volver postergar sus incrementos, medida que también había tomado el ministro de Economía, Luis Caputo, para mayo.
El otro dato clave de la medida es que se cambiará la forma de la actualización, que ya no será por la inflación pasada, sino por la futura. La fórmula se retomará entre julio y diciembre, sobre la base de la evolución esperada de los precios hacia adelante. Los ingresos que no cobren las compañías en este período serán compensados a partir del 1 de enero de 2025, cuando esté “normalizado” el sector mediante una Revisión Quinquenal Tarifaria (RTI), que establecerá un plan de inversiones a cambio de tarifas constantes.
La cláusula de indexación automática mensual, de esta manera, quedará suspendida por segunda vez consecutiva.
Sucede que los fuertes aumentos en la luz y el gas que se dieron en el primer cuatrimestre fueron para recomponer los ingresos a las empresas de distribución y transporte en el orden el 500% promedio, después del congelamiento que aplicó el Gobierno anterior.
La cuestión central es que no hubo cambios sobre los usuarios que con la segmentación actual se conocen como N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) en lo que pagan por el costo mismo de la energía, otro ítem de las boletas, que es cubierto por el Estado a través de Cammesa. Son 7 de cada 10 usuarios residenciales que cubren menos del 5% del “precio real” de la luz y menos del 20% en el caso del gas. Los N1 (ingresos altos), comercios e industrias pagan pleno por la electricidad y el gas natural que consumen, por lo que no reciben asistencia.