En medio de un escándalo mediático y judicial, el expresidente Alberto Fernández rompió el silencio respecto a las acusaciones de violencia de género que su expareja, Fabiola Yáñez, formuló en su contra. En una entrevista con Horacio Verbitsky, Fernández negó rotundamente haber agredido físicamente a Yáñez, alegando que las marcas en el rostro de la ex primera dama se deben a un “tratamiento estético” para quitarse arrugas y no a un golpe, como ella asegura en su denuncia penal.

Fernández, en una conversación con Verbitsky, sostuvo que las imágenes que muestran a Yáñez con un ojo morado son el resultado de una reacción a un tratamiento estético y no de una agresión física. El exmandatario afirmó que su expareja se sometió a un procedimiento para atenuar arrugas, lo cual, según él, podría haber ocasionado el hematoma visible en las fotografías que fueron ampliamente difundidas por los medios.

“Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo?”, cuestionó Fernández en la entrevista que mantuvo con Verbitsky y que el periodista publicó en su blog Cohete a la Luna. Además, el expresidente de la Nación y del PJ, partido a cuya conducción renunció la semana pasada, preguntó, a modo de cuestionamiento, “¿por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato?”.

En medio de las acusaciones, la socióloga y referente feminista Dora Barrancos, según Alberto Fernández, habría realizado un comentario a colegas. Barrancos, quien fue cercana al expresidente, supuestamente aseguró en un chat privado que tiene pruebas de que Fernández nunca agredió físicamente a Yáñez. Verbitsky publicó en su web una nota y reproduce el texto adjudicado a Barrancos: “Estoy en condiciones de asegurar fehacientemente que nunca A.F. agredió físicamente a Fabiola. Ella arrastra una compleja situación psíquica, a lo que se unió su adicción alcohólica”.

La socióloga también destacó que, en su opinión, Fernández fue incapaz de romper un vínculo que describió como tóxico, y criticó el uso del caso por parte de algunos sectores como un ataque político en contra del exmandatario y su entorno.

Consultada por la agencia Noticias Argentinas, Barrancos expresó: “Lamento mucho pero no voy a manifestarme sobre esa dolorosa circunstancia”.

Mientras tanto, la causa judicial continúa avanzando. El fiscal Carlos Rívolo y el juez Julián Ercolini llevan adelante la investigación, que se centra en determinar si las lesiones que presenta Yáñez fueron producto de una agresión física por parte de Fernández, un delito que podría tener una pena máxima de dos años de prisión. Por su parte, Fernández pidió que el caso sea trasladado al juzgado federal de San Isidro, argumentando que hay un sesgo político en el proceso.