Tras un cuadro febril seguido de cansancio, una estudiante bonaerense murió en su viaje de egresados a Bariloche por haber contraído mononucleosis.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de mononucleosis? Clarín consultó a distintos especialistas para conocer las causas, síntomas y consecuencias de este virus.
Conocida como la “enfermedad del beso”, ya que se contrae principalmente a través de la saliva, es una patología infecciosa, de curso en general benigno, que se transmite por contacto directo como, por ejemplo, al compartir un vaso, utensilio o cepillo de dientes. También puede transmitirse a través de otros fluidos, como el semen y el flujo vaginal.
El virus que la provoca se denomina Epstein Barr (EBV, por sus siglas en inglés), uno de los más comunes en el mundo, que no tiene ninguna vacuna que proteja contra su infección. “Ante el EBV, en la edad adulta, casi todos vamos a tener anticuerpos, la mayoría sin haber presentado síntomas característicos. Esto quiere decir que el 90-95 % de las personas tuvimos la infección y portamos el virus a lo largo de la vida”, subraya Ramiro Heredia, médico especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín.
Suele afectar más a los adolescentes y adultos jóvenes dado que son quienes más se mueven y relacionan con otros. De hecho, en primavera, la estación del amor, es más frecuente.
Signos y síntomas
El reservorio del virus es fundamentalmente humano. Entre los signos y síntomas que presenta sobresale la fatiga extrema, el dolor de garganta, la fiebre (desde una febrícula hasta fiebre alta, incluso puede pasar asintomática) y el sarpullido o rash en la piel. “Genera faringitis con el consecuente dolor al tragar, se inflaman los ganglios linfáticos. También se puede agrandar el bazo y verse afectado el hígado”, describe Hugo Pizzi, infectólogo, epidemiólogo y titular plenario de la Universidad Nacional de Córdoba y de La Rioja.
El virus tiene un período de incubación de entre cuatro y seis semanas, aunque puede ser más breve en el caso de niños pequeños. “Para que desaparezcan los síntomas debe transcurrir un periodo de entre 15 días y 3 meses. A veces, el cansancio persiste durante más de 6 meses”, explica Arnaldo Casiró, ex jefe del Hospital Álvarez y codirector del CEMAR 1 del GCBA. Incluso, la fatiga crónica puede llegar a ser una secuela.
Si bien la incidencia es baja y no suele ser mortal, las complicaciones de la mononucleosis pueden llegar a ser graves. “En la literatura, la mortalidad se estima en menos del 1 %”, analiza Heredia.
¿En qué casos se complica?
Cuando se produce el aumento del tamaño del bazo (en los casos extremos, el bazo puede romperse y producir un dolor agudo y repentino en el costado izquierdo de la parte superior del abdomen) o se generan problemas hepáticos. “El mayor riesgo es que el bazo agrandado se rompa. Por eso se indica reposo estricto y absoluto. En inmunodeprimidos puede ser mortal”, destacan los especialistas. La incidencia de rotura del bazo es de 1-2 casos por cada 1000 infecciones.
Al igual que otros virus, el vEBV puede generar complicaciones raras cómo neumonía, derrame pleural, encefalitis y otras complicaciones neurológicas, afectación de los riñones, alteraciones hematológicas cómo anemia hemolítica o púrpura trombocitopénica, inflación del hígado, miositis y miocarditis (inflamación de músculo cardíaco, con riesgo potencial de arritmias).
También algunos pacientes pueden presentar obstrucción de las vías aéreas superiores, por la inflamación local que genera el virus. Asimismo, el virus de Epstein-Barr puede producir una enfermedad mucho más grave en personas con el sistema inmunitario afectado.
¿Cómo se puede prevenir?
Dada la alta tasa de la población que porta el virus, y la eliminación prolongada por parte de los pacientes, es difícil de prevenir. “Se previene evitando cercanía y manteniendo distancia con los enfermos, es decir, tomando las mismas medidas de cuidado que ante una gripe o Covid”, alerta Pizzi.
Al ser ocasionada por un virus, no existe un tratamiento etiológico ni específico para este virus. Los especialistas coinciden en que la forma de tratar esta enfermedad y aliviar los síntomas es mantener un reposo absoluto, beber abundante líquido para mantenerse hidratado y adoptar un régimen alimenticio para cuidar el hígado.
Fuente: Clarín – MG