El 5 de septiembre de 2017, cuando recién arrancaba el tratamiento psicológico de Fabiola Yañez, los expertos del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) quisieron escuchar a su pareja. En esa entrevista, Alberto Fernández contó que la notaba “deprimida”, que tenía “pocos amigos”, pero negó que tuviera un problema de alcoholismo. La pareja ya había atravesado varias crisis. Una de ellas derivó en un aborto, tal como declaró Yañez. El tratamiento continuó hasta 2019, bien entrada la campaña presidencial. Ahora, esa historia clínica es una de las pruebas que analiza la Justicia en la causa por violencia.
Según consta en el expediente, la terapia arrancó a mediados de 2017. “Desde hace 4 años presenta frecuentes variaciones en el ánimo. Enojo. No puede trabajar. Cada vez que tiene que hacer algo le genera ansiedad”, fue uno de los primeros reportes.
La historia clínica fue entregada por INECO, que dirige Facundo Manes, a pedido del fiscal Ramiro González. El informe, al que tuvo acceso Infobae, está plagado de referencias a la medicación que tomaba, detalles de su vida familiar, y hasta cuestiones íntimas de Fabiola Yañez. Algunas de ellas ya se ventilaron en medio de la batalla con Alberto Fernández.
La ex primera dama reveló que practicó un aborto en 2016, por pedido de Alberto Fernández. “Nuevamente apareció su deprecio y rechazo, esta vez respecto de nuestro hijo por nacer, me dijo ‘esto no puede pasar, estoy en shock’, comenzó a hostigarme con que era muy pronto, que no estaba listo aun, que no me había presentado a su hijo”, detalló en un escrito de 18 carillas que presentó ante la Justicia. Pero no sería el único. La historia clínica de INECO revela que hubo un segundo aborto, en 2017.
Ese año arrancó con la terapia. Las primeras entrevistas se registraron en julio y agosto. Las crisis de pareja eran un tema recurrente. Los psicólogos decidieron convocar a Fernández. En esa entrevista, el ex presidente dijo que salían hace dos años, “con alguna intermitencia”. Y habló de depresión de su pareja. “Pasa mucho tiempo en el cuarto, se la ve triste. Le da la impresión que vive en un mundo de fantasía. Cuando viaja esta muy bien, disfruta mucho y cuando llegan se vuelve a sentir mal”, dejaron asentados los expertos luego de esa entrevista mano a mano.
Otro tema que surgió fue el alcohol. Fernández negó que Fabiola fuera alcohólica y hasta vinculó el consumo a una cuestión emocional. “Es como una adolescente tomando alcohol, lo usa en momentos de disfrute. No puede parar cuando toma”, consta en los registros sobre sus dichos.
A partir de ese momento, en cada entrevista, los psicólogos detallaban el avance del problema. “Muy pocas veces toma por sensación de vacío. Muy pocas por enojo. No lucha con el impulso de tomar”, consta en un registro del 4 de octubre de 2017.
Otro ingreso de la historia clínica aporta detalles y fechas: “Cuatro años ataque de pánico en contexto de peleas con su pareja. Crisis de Ira – 1° 4 semanas después de la muerte del abuelo. He necesitado tomar alcohol con bastante frecuencia. He tenido problemas con el alcohol. En 2015 quiso hacer tratamiento para dejar el alcohol. Consulta con la Suc. del Sanatorio Adventista en Misiones”.
Las supuestas infidelidades de Fernández y las consecuentes peleas también aparecen una y otra vez. “Encontró conversaciones de su pareja con otras mujeres. Decidió no hablarlo. Pudo controlar su malestar”, dice un registro de diciembre de 2017.
A partir de 2015, Fernández y Yañez se separaron varias veces por la aparición de otras mujeres. En 2016, según consta en la historia clínica y ella mismo contó públicamente, se distanciaron y se fue a vivir a Londres para estudiar inglés. En enero de 2017, volvieron a estar juntos en Puerto Madero.
Fuente: Infobae