El exministro de Infraestructura Guillermo Ferraro falleció hoy en Buenos Aires. Tenía 69 años y se había corrido de la escena pública tras su salida del gobierno de Javier Milei. Regresó a la actividad empresarial luego de los 46 días en los que estuvo a cargo de la cartera.

Su nombre había sido elegido para encabezar un ministerio de enorme relevancia y presupuesto, pero fue el primer ministro en dejar el gabinete por decisión presidencial, a menos de dos meses de haber asumido.

El dirigente, de amplia trayectoria en la función pública durante distintos gobiernos, había sido acercado a La Libertad Avanza por Karina Milei, y durante el último tramo de la campaña electoral fue el encargado de organizar el operativo para la fiscalización de los votos.

En ese momento de gran incertidumbre para La Libertad Avanza, Ferraro reemplazó a Carlos “Chino” Kikuchi, que hasta ese momento era el que se ocupaba de esa tarea y que fue quien se lo presentó a Karina.

Luego fue elegido para ser ministro de Infraestructura por la experiencia que tenía en proyectos de iniciativa público-privada, ya que entre el 2017 y el 2019 llevó adelante las PPP para corredores viales, en su rol de director de KPMG Argentina, firma global que provee servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría.

A lo largo de su carrera se desempeñó en esa empresa durante los últimos 14 años y en ese período también trabajó en el Túnel Ferroviario Aconcagua (2011-2015), la central Hidroeléctrica de Chihuido (2015-2018), el puerto de cargas de Ushuaia (2016-2017) y en el ramal ferroviario y estudios de factibilidad de Vaca Muerta (2016).

Su paso por la administración pública fue breve: 46 días después de asumir, el 25 de enero fue cesado por el presidente Milei, aunque su salida oficial se produjo el 5 de marzo, cuando se oficializó su renuncia a través del Boletín Oficial.

El exministro tuvo que renunciar tras ser acusado por el Presidente de filtrar contenido de una reunión de Gabinete en medio de la tensión con los gobernadores por la Ley Ómnibus: “Los voy a dejar sin un peso”, fue la frase que se le atribuyó al presidente y las miradas se posaron sobre Ferraro.

En ese sentido, tiempo después, ya fuera del gabinete, Ferraro declaró: “Ese día de la reunión de Gabinete no se trató de nada confidencial. Se habló de un enojo del Presidente que fue administrado con alguna mal intención por alguna parte del equipo más cercano que hizo trascender a la prensa esa situación. Al día siguiente el jefe de Gabinete [Nicolás Posse] vino a mi casa a pedirme disculpas pero ya el daño estaba ocasionado. La situación fue más grave que la que se estimaba: empezamos con una hipótesis de continuar las obras públicas que estaban en ejecución y continuar con el financiamiento internacional que ya estaba aprobado. En esas condiciones el Ministerio de Infraestructura tenía un sentido…”.

Sobre las disculpas que le habría ofrecido Posse, comentó que fueron por un “manejo inadecuado de una versión que nunca fue confirmada por Milei ni desmentida”. Según comentó el exministro, la dilatación mayor de un mes de su renuncia tuvo que ver con un pedido del Gobierno para dar tiempo a la disolución del Ministerio de Infraestructura.

Esto ocurrió finalmente a fines de febrero, cuando se definió el traspaso de las funciones del Ministerio de Infraestructura a la cartera de Economía, que conduce Luis Caputo.

Cuando se creó, Infraestructura había absorbido tres carteras de la administración anterior: Transporte -quedó al frente Franco Mogetta-, Obras Públicas -donde recaló otro cordobés, Luis Giovine- y Vivienda y Hábitat, en la que asumió Héctor Lostri. Además, había sumado otra área como Comunicaciones y Conectividad.