La canciller argentina, Diana Mondino, protagonizó en las últimas horas una nueva confusión diplomática. Desde Nueva Delhi, India, primero sostuvo que el gobierno libertario podría rever su postura y “estudiar” un posible ingreso a los BRICS, el foro político y económico de países, entre los que se encuentran Irán y Rusia, si el bloque logra un sistema financiero propio como alternativa a la plataforma internacional de pagos Swift.

Sin embargo, luego debió realizar una rectificación a través de las redes sociales: “En el viaje por India, ratificamos que Argentina no ingresará a los BRICS. Dicho esto, nuestra relación comercial con cada uno de sus miembros a nivel individual nunca ha sido mejor. La política exterior del gobierno ha sido y seguirá siendo sumamente clara”, planteó la funcionaria.

Más temprano, y según consignó EFE, la Canciller había relativizado su rechazo a integrar el bloque político. “Sé que están tratando de abrirse, cuando alguna de estas cosas empiecen concretarse, sin duda tendremos que estudiarlo”, puntualizó.

La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto participó en la India de un evento del laboratorio de ideas indio Observer Research Foundation, donde informó las reformas económicas impulsadas por el presidente Javier Milei, y destacó las “oportunidades del nuevo clima de negocios” en Argentina. Además, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, y con otras autoridades locales y empresarios.

Los BRICS

Concebido inicialmente como un contrapeso económico del bloque liderado por Estados Unidos y la Unión Europea (UE), y fundado por Rusia, China, India y Brasil, el grupo de los BRICS se convirtió en una asociación con peso político. En 2015, los componentes del grupo crearon el Nuevo Banco de Desarrollo, un ente multilateral cuya misión es financiar el desarrollo sostenible en mercados emergentes como alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Tras su expulsión del sistema de comunicación financiera Swift en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania, Moscú desarrolló un sistema propio, el SFPS, lanzó el rublo digital y procedió a desdolarizar sus transacciones. Los líderes BRICS se reunirán del 22 al 24 de octubre en una cumbre en la ciudad rusa de Kazán.

Integrar este bloque político representaría para la Argentina compartir escenario multilateral con China (a quién Milei le hizo un gesto al reconocer su importancia como socio comercial), Rusia (cuyas relaciones bilaterales están congeladas) e Irán (que ingresó al foro en enero de este año), vinculado con atentados terroristas a nivel mundial, como los que sufrió la Argentina en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, en 1994, y en la embajada de Israel, en 1992.

El antecedente

Los BRICS habían acordado la adhesión de Argentina en agosto del año pasado, junto a Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. “La relevancia de los BRICS se confirma por el creciente interés de otros países en unirse a nuestro grupo”, había destacado el presidente de Brasil, Lula Da Silva, en la red social X (ex Twitter).

Por su parte, el ruso Vladimir Putin también se pronunció en aquel momento: “Me gustaría asegurar a todos nuestros colegas que continuaremos el trabajo que hemos iniciado hoy para ampliar la influencia del BRICS en el mundo. [Con ello] me refiero a establecer un trabajo práctico con los nuevos miembros y con aquellos que trabajarán en la extensión del BRICS con nuestros socios y que les gustaría trabajar con nosotros”.

Al anunciar la noticia, el entonces presidente, Alberto Fernández, había afirmado que la integración brindaría la posibilidad de “abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías”.

Sin embargo, el pasado 22 de diciembre y a dos días de jurar como Presidente, Milei comunicó mediante una carta que Argentina no se uniría al bloque de países emergentes, por no considerarlo “oportuno”, en consonancia con una visión de política exterior, que repitió en más de una oportunidad, de una alineación estratégica con Estados Unidos e Israel.

“La impronta en materia de política exterior del Gobierno que presido desde hace pocos días difiere en muchos aspectos de la del Gobierno precedente. En tal sentido, algunas decisiones tomadas por la anterior gestión serán revisadas. Entre ellas se encuentra la creación de una unidad especializada para la participación activa del país en BRICS”, fundamentó en aquel momento.