Recién llegado de Nueva York donde participó de la Asamblea Anual de la ONU, el presidente Javier Milei viajó a Córdoba para supervizar el combate del fuego y sobrevoló durante unos 40 minutos en el norte del Valle de Punilla, el área más afectada por los incendios. Pero hubo decepción, quejas y enojos entre los vecinos, bomberos y brigadistas que llevan una semana trabajando prácticamente sin descanso porque el mandatario no descendió en ningún punto de las zonas donde se quemaron 40 mil hectáreas, por ende, se quedaron con las ganas de recibir su saludo o una palabra de aliento frente a la catástrofe.
En la previa, el Presidente había destacado el trabajo “heroico” de los bomberos, a través de un mensaje difundido por su portavoz.
Milei llegó en el Tango 11 a la Escuela de Aviación Militar de la capital provincial minutos después de las 14. Lo recibieron el gobernador peronista, Martín Llaryora -con quien se estrechó en un fuerte abrazo- y el intendente de la ciudad, Daniel Passerini. El gobernador y el Presidente mantuvieron una reunión en la que este se interiorizó de la situación y, luego, junto con Karina Milei, Guillermo Francos y Patricia Bullrich, subieron a un helicóptero de la Nación para recorrer el norte del Valle de Punilla.
En la ruta 38, donde está emplazado el comité de emergencias, lo esperaban grupos de efectivos que vienen combatiendo el fuego y también vecinos. Mientras tanto, en la base operativa de Capilla del Monte, bomberos de distintos cuarteles formaron por lo menos media hora a la espera de que el helicóptero que trasladaba a Milei bajara. Lo vieron pasar en silencio. “Rompan filas”, gritó uno de ellos unos diez minutos después de que la aeronave volara por encima de sus cabezas, sin aterrizar.
“Hubiera estado bueno que bajara y por lo menos que nos saludara, que reconociera el trabajo que estamos haciendo hace siete días. El trabajo que hacemos es para verlo de abajo”, dijo Alberto Maldonado, que desde la primera jornada participa de la lucha contra las llamas y integra el cuerpo de bomberos desde hace ocho años.
“Estamos solos, estamos a la deriva. Solamente están los brigadistas y los bomberos. Los aviones son muy pocos, hoy recién empezaron a trabajar en Charbonier”, se quejó José Luis Ridolfo, oriundo de esa localidad.
“Es necesario reclamar la emergencia nacional. Están combatiendo el fuego con nada y no puede ser que se tomen medidas recién al sexto día. Los helicópteros llegaron recién a los dos días y ayer llegó el Ejército”, agregó Marisel, de Capilla del Monte, que prefirió no dar su apellido.