La bronca de Javier Milei por perder a un senador aliado y que, por eso, el kirchnerismo sumará otra banca en la Cámara alta, trasciende fronteras. Desde Italia, y en medio de la polémica con Victoria Villarruel por el traspaso de mando y por la sesión del Senado que echó a Edgardo Kueider, el Presidente aseguró que su gobierno es “implacable” y “quien no acata la línea del partido” es expulsado. Lo dijo en un acto juvenil que compartió en Roma con la primera ministra de Italia.
“En nuestro gobierno somos implacables. El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido, es expulsado”, sostuvo Milei, sin mencionar a la vicepresidenta. Y añadió con una frase recurrente: “Roma no paga traidores”.
La declaración llegó cuando repasaba su decálogo político, que ya había anunciado en la CPAC, a comienzos de mes. Esta vez, justo cuando se armó la polémica por la sesión que presidió Villarruel en el Senado y que el propio Milei calificó de “inválida”, fue más contundente: habló directamente de “expulsión”.