Luego de remover a Ricardo Lagorio de la representación argentina ante la ONU y a Leopoldo Sahores del cargo de vicecanciller de Diana Mondino, Javier Milei le envió un duro e inédito mensaje a todo el cuerpo diplomático, donde les exige a aquellos que no estén de acuerdo la política exterior del Gobierno que renuncien a sus cargos. Lo hizo a través de una nota dirigida, uno por uno, a todos los representantes y funcionarios de la Cancillería.

La nota salió directamente de la Casa Rosada, con los nombres de más de 400 miembros de la Cancillería, con copia a la ministra de Relaciones Exteriores. El Presidente le pide expresamente que les haga llegar la exigencia “a la totalidad de los funcionarios y personal de su jurisdicción, así como el personal diplomático y civil del Servicio Exterior de la Nación”.

La funcionaria había estado ayer en la Casa Rosada, reunida con el asesor del jefe de Estado, Santiago Caputo. En el texto es dedicadamente elogiada por el Presidente, que le agradece su labor a pesar de que durante la mayor parte de este año Mondino fue duramente cuestionada por la cúpula del Gobierno. Al punto de que la secretaria Karina Milei envió a una funcionaria propia, Úrsula Basset, para que interviniera la cartera. Milei hizo lo propio al nombrar como secretario de Culto a un hombre propio, Nahuel Sotelo, que se puso al frente de la cruzada con los funcionarios y diplomáticos de línea.