La primera Cumbre del G-20 para Javier Milei en Río de Janeiro arrancó con un frío saludo protocolar con su par de Brasil y presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula Da Silva, pero hubo dos hechos que acercan las distancias con el país vecino pese a las diferencias personales entre ambos mandatarios: Argentina, aunque con fuertes disidencias, finalmente adhirió a la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza que Lula Da Silva, promovió en el marco de la cumbre. Y de postre, se firmó un preacuerdo para que el gas que se extrae de Vaca Muerta llegue a Brasil (ver Gas de Vaca Muerta…).

La administración brasileña consignó que 82 países, entre los que se encuentra Argentina, adhirieron a esta iniciativa que apunta a erradicar el hambre en el mundo para 2030.

Se especulaba con que el presidente argentino no acompañaría la propuesta, aunque finalmente se sumó a la iniciativa del líder brasileño. Claro, pero marcó el fracaso del sistema por lo que adhirió al objetivo pero con otro modelo político.

“Cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza con medidas que incrementaban la presencia del Estado en la economía, el resultado fue el éxodo tanto de la población como del capital, además de millones de muertes de vidas humanas.”

La oficina presidencial aseguró que en el combate contra esos flagelos, “Javier Milei tiene una posición clara: si queremos luchar contra el hambre y erradicar la pobreza, la solución está en correr al Estado del medio.”

“Debemos desregular la actividad económica para liberar el mercado y facilitar el comercio, y que el intercambio voluntario de bienes y servicios sea lo que traiga prosperidad. El capitalismo de libre mercado ya sacó de la pobreza extrema al 90% de la población global y duplicó la expectativa de vida”, argumenta el texto.

Milei pidió seguir el ejemplo de Argentina donde la “política de libre mercado ya está dando sus frutos después de décadas de sufrir de primera mano el hambre y la miseria que causa la intervención estatal”.

Todo lo contrario propone Lula ya que apunta a la intervención del Estado como principal protagonista para combatir el hambre y la pobreza. Al anunciar la creación de la Alianza Global, Lula subrayó que el hambre y la pobreza no son resultado de la escasez o de fenómenos naturales.

“El hambre es producto de decisiones políticas que perpetúan la explosión de una gran parte de la humanidad. El G20 representa el 85 por ciento de los 110 billones de dólares del PIB (Producto Interno Bruto) mundial. También representa el 75 por ciento de los 32 billones de dólares del comercio de bienes y servicios, y dos tercios de los 8.000 millones de habitantes del planeta Tierra”, apuntó.

El documento fundacional de la Alianza subraya el impacto de la pandemia, el cambio climático, las crisis económicas y los conflictos, así como el aumento de la pobreza extrema y la inseguridad alimentaria, que afecta en especial a mujeres, niños y países más vulnerables.

La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza busca coordinar esfuerzos internacionales y movilizar financiamiento público y privado. Entre los 82 países que firmaron están Alemania, Angola, Sudáfrica, Arabia Saudita, Argentina, Bangladesh, Canadá, Chile, Colombia, EEUU, además de la Unión Europea y la Unión Africana.

> Hoy, Xi Jinping y FMI

Este martes será el día de las bilaterales para Milei. A las 10.20 se reunirá con el presidente de China Xi Jinping, segundo socio comercial de Argentina. A las 11.30 se reunirá con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, en momentos en los que el país negocia un nuevo acuerdo.

  • Gas de Vaca Muerta para Brasil

Los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron ayer un apartado de la Cumbre del G20 un Memorando de Entendimiento (MOU), que permitirá la exportación de gas natural desde Vaca Muerta hacia Brasil mediante el desarrollo de infraestructura de gasoductos. Los envíos comenzarán en 2025, con un volumen inicial de 2 millones de metros cúbicos diarios, y se espera que, en un plazo de cinco años, esta cifra alcance los 30 millones diarios.

El memorando, firmado por el ministro de Economía Luis Caputo y ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexander Silveira, también establece cuatro posibles rutas para transportar el gas no convencional de Vaca Muerta hacia el mercado brasileño. A corto plazo, se utilizará el gasoducto Bolivia-Argentina, que originalmente estaba diseñado para importar gas desde Bolivia.

Este gasoducto será modificado para permitir una “reversión” del flujo, de modo que el gas se transporte desde Argentina hacia Bolivia, y luego se redirija a Brasil a través de Gasbol.