Cuando los pasillos del Congreso comenzaban a quedarse vacíos y el Gobierno se exponía a coronar un nuevo fracaso con la Ley Bases, se hizo la luz. Anoche, cuando los titulares de los medios digitales daban por caída la negociación con la oposición dialoguista y reinaba el pesimismo y no había una fecha cierta para retomar el debate del proyecto, el Gobierno, de la mano del flamante Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, logró juntar las firmas para el dictamen de mayoría de la Ley Bases.

Una vez cumplimentado este paso, lo que ocurrirá hoy jueves, el paquete de reformas que el presidente Javier Milei considera la vía para el despegue de su gestión y transformación de la Argentina quedó listo para ser debatido en el recinto de la Cámara Alta. Y aunque anoche reinaba el optimismo tras el dictamen, el oficialismo no tiene asegurado los votos para aprobar la ley pero aún tiene margen para seguir negociando.

También tiene dictamen el paquete fiscal. El primero en confirmar el éxito del Gobierno fue el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, al que luego se le sumó el vocero presidencial, Manuel Adorni.

La crítica situación terminó de destrabarse luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la vicepresidenta Victoria Villarruel se reunieran anoche en la presidencia de la Cámara alta con los senadores José María Carambia (Por Santa Cruz), Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital) y el peronista disidente Edgardo Kueider (Unidad Federal-Entre Ríos). Los tres terminaron poniendo sus rúbricas en disidencia parcial, y así el proyecto de Ley Bases alcanzó la mayoría necesaria para obtener dictamen.

El paso clave para terminar con las últimas resistencias fue la decisión del Gobierno de concederle al santacruceño la modificación que venía reclamando en la Ley de Minería. Carambia pedía la inclusión en la denominada Ley Bases de una cláusula que elevara las regalías en boca de mina que podrán percibir las provincias. En un intento por destrabar las negociaciones, el Gobierno aceptó subir esos aportes del 3% actual al 5%. Al final, el cambio fue introducido como una modificación del proyecto de reforma fiscal.

El otro cambio clave fue la suba del 22% del piso no imponible para el pago del Impuesto a las Ganancias de los trabajadores patagónicos. La redacción detalla que los contribuyentes sureños serán alcanzados en el caso de que perciban un salario mínimo de 2,2 millones de pesos para los solteros y 2,6 millones pesos para los casados con hijos. Par el resto, es del 1,8 y 2,3 millones de pesos, respectivamente.

De esta manera, Chubut, La Pampa, Río Negro, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego quedarán fuera, en caso de que la ley obtenga la luz verde en el Senado y, posteriormente, la revisión en la Cámara de Diputados.