La actividad industrial de las pymes, en septiembre, creció 3,7% en la comparación intermensual desestacionalizada, mientras que a nivel interanual descendió 6,6%, siendo la menor tasa de caída en 10 meses, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
A pesar del repunte mensual y de la merma en el retroceso interanual, la industria pyme acumula una retracción de 15,1% en los primeros nueve meses del año frente al mismo período de 2023.
El buen dato en la medición frente a agosto, se produjo de la mano de que de los 6 sectores relevados, 5 mejoraron su actividad en la comparación intermensual desestacionalizada.
Sin embargo, en la comparación anual, los seis sectores tuvieron fuertes caídas, siendo los más afectados “Papel e Impresiones” (-20,7%) y “Alimentos y Bebidas” (-8,3%). “Maderas y muebles” fue el ramo que menos se retrajo (-0,6% anual).
El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) también arrojó que el uso de la capacidad instalada continúa siendo muy bajo, ya que se ubica en 60,6%. Desde CAME explicaron que esto es “consecuencia de una actividad que sigue deprimida, especialmente en textil e indumentaria, donde se ubicó en apenas 54,6%”.
Ante este contexto, que golpea en mayor medida al sector textil, advirtieron que “ese es justamente uno de los principales rubros con problemas para pagar salarios, según el 24,1% de las respuestas”.
La mencionada problemática también afecta a los rubros metal-mecánico, el alimenticio y el de químicos. Al respecto, desde la entidad gremial-empresaria indicaron que “se observa que las presiones se concentran principalmente en sectores intensivos en mano de obra y con alta exposición a costos variables volátiles”.
En el relevamiento se reflejó que los principales obstáculos que enfrenta la industria son “la falta de ventas, que representa el 41,3% de las respuestas y continúa en el primer puesto, junto con los altos costos de producción y logística, que constituyen el 36,5%”.