Casi todo un día de críticas, desafíos y contraataque. Así fue la furiosa pelea que protagonizaron ayer en las redes sociales Cristina Kirchner y el presidente Javier Milei luego que la exmandataria publicara una extensa carta en la que analizó la marcha del gobierno libertario y de despachó con durísimas críticas que encontraron eco del otro lado: “Dibujando números debe ser más fácil conseguir logros, nosotros preferimos la verdad”, afirmó Milei desde Mendoza a donde viajó por primera vez desde su asunción para participar de la 45° Convención del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

Para Cris. Saludos Cris, esto va para vos”, comenzó, chicanero, Milei. Y continuó: “Si tomo la inflación promedio del primer periodo del régimen kirchnerista, vemos con Néstor Kirchner en la cabeza, la inflación promedio fue del 10%. En el segundo periodo del régimen kirchnerista, es decir, en la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la inflación la hizo saltar al 20% promedio. En el tercer periodo, o sea, la segunda presidencia de Cristina, la inflación promedio trepó al 30%. Quizás en el documento que publicó se olvidó de decir que quizás una de sus formas de combatir la inflación era mentirla. Es decir, a nosotros no nos parece que la fórmula es romper el termómetro. Es decir, la fórmula es medir las cosas”.

Luego realizó el mismo razonamiento, pero con la pobreza: “Cuando se espantan tanto por los pobres… Tanto llegar a la pobreza como salir a la pobreza no es algo que se genere de manera instantánea. Demanda tiempo, demanda crecimiento económico genuino. No es que aparece de un día para el otro porque sí, o desaparece de un día para el otro porque sí. Y entre otras cosas, como les molestaba el índice de pobreza, consideraron que era una medida estigmatizante y decidieron no publicarlo más. Es decir, así claro, así es fácil”.

Y sentenció: “Por lo menos señora, si quiere hacer críticas, empiece haciendo una autocrítica que le está costando bastante caro al país, que es por haber mentido los números”.

Milei volvió a hacer hincapié en la inflación y se refirió al gobierno que lo precedió: “El señor Alberto Fernández, el autócrata golpeador, básicamente se fue con una inflación del 210%, pero eso tampoco refleja la dinámica que había dejado. Durante la primera semana de diciembre los precios crecían a un ritmo diario del 1%, eso puesto en términos anuales”.

Ante esto, el mandatario aprovechó para hablar de la herencia recibida: “Estábamos frente a lo que iba a ser la peor crisis de la historia económica argentina, porque combinaba un sobrante monetario que era el doble de lo que teníamos en la previa al rodrigazo, un experimento que implicó la sextuplicación de la tasa de inflación. No solo eso, además teníamos un Banco Central absolutamente quebrado, estaba en una situación aún peor que la que tenía Alfonsin en inicios del año 89, que terminó con una hiper del 5.000% en mayoristas. Además teníamos indicadores sociales peores que los que había en el 2001, por lo tanto estaba todo dado para un desastre. Además teníamos 90.000 millones de dólares venciendo en pesos, digamos en pesos equivalentes a 90.000 millones de dólares. Teníamos vencimientos de deuda externa por 25.000 millones de dólares, donde la gran parte era con el FMI, pero el programa estaba caído porque el gobierno anterior no había cumplido nada. Por lo tanto la inflación no la generamos nosotros, la generaron estos 20 y pico de años de populismo salvaje”.

Con el título “Es la economía bimonetaria, estúpido”, Cristina publicó en sus redes un “cuadro de situación” a modo de balance de los primeros nueve meses de gobierno de Javier Mileiy desató la tormenta. En una de sus conclusiones principales, CFK afirmó que el presidente Javier Milei y su “inefable ministro de Economía”, Luis Caputo, “quieren hacernos creer que es un éxito, una verdadera tragedia social al producirse en el marco de una profunda recesión económica”.

Según su análisis, el gobierno de Milei “solo ha liberado el cuarto precio de la economía; el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones: las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios, en algunos segmentos de usuarios, y el Estado sigue sin contar con datos fehacientes sobre los costos reales de esos sectores”.

 

* Boludear en las redes

En la disputa vía redes sociales, Cristina desafió a Javier Milei a un mano a mano en el Instituto Patria. Acusó al libertario de ‘boludear en las redes’ y dijo que ella le puede explicar ‘cómo gobernar la Argentina’.

 

> Las críticas que CFK le hace al PJ

*Rol de los sindicatos: Según la exmandataria, ‘las representaciones sindicales y fundantes del peronismo ya no son la expresión mayoritaria de los trabajadores’. Con esta afirmación, Cristina señala que el panorama laboral ha cambiado drásticamente, y que los trabajadores registrados en la actividad privada representan una minoría dentro de la población económicamente activa. Además, solo el 40% de estos trabajadores están sindicalizados, lo que debilita la influencia de los sindicatos.

*Estado y el empleo público: Criticó lo que llamó el ‘viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia’. Este modelo, según ella, no ha sabido adaptarse, generando una burocracia que es observada por la sociedad con recelo. En su visión, la falta de resultados y la baja calidad de los servicios públicos ha creado una percepción de que ‘el empleo estatal es un privilegio’, visto como un gasto innecesario que, en consecuencia, muchos sectores exigen reducir.

*Déficit fiscal: Criticó que el PJ no haya ‘impulsado la reversión del déficit fiscal’ mediante la reducción del gasto tributario que beneficia a sectores concentrados de la economía, y a través de una reforma tributaria que ‘construyera un sistema más racional y equitativo’. Este diagnóstico va en línea con un llamado a reformar el sistema fiscal, buscando no solo simplificar la administración de impuestos, sino también hacer que los sectores con mayor capacidad contributiva asuman una mayor carga. Fue clara al señalar que el país ha fallado en implementar las reformas necesarias para revertir el desequilibrio fiscal, lo que sigue generando dificultades macroeconómicas que afectan a toda la población, especialmente a los sectores más vulnerables.