El consumo de lácteos retrocedió 17,3% en toneladas y 14,4% en litros en el primer semestre del año frente al mismo periodo de 2023, por lo que advierten que si continúa con esta tendencia terminará el 2024 como el registro más bajo de la historia, según un informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA).
El consumo anualizado per cápita indica un promedio de 156,3 litros por habitante por año contra los 194 litros por habitante por año con que cerró el año 2023. En este sentido, comparó los niveles alcanzados en los últimos calendarios puntualizando que “en 1990 consumíamos 162 litros/hab/año, en 2000 alcanzamos un pico de 227 litros/hab/año, después de la crisis caímos a 179 litros/hab/año en 2003 y nos fuimos recuperando para cerrar el año 2015 con 217 litros/hab/año. Al terminar el año 2019 habíamos caído nuevamente con 182 litros/hab/año y se cierra el año 2023 con un alza que alcanzó los 194 litros/hab/año”.
Al analizar el desempeño de la cadena por productos, las leches fluidas presentaron una caída del 23% en la comparación interanual de junio y acumulan un 16,2% de caída en el semestre. La leche fluida no refrigerada cayó un 18,5% en el semestre y la refrigerada un 12,2%, mientras que las leches en polvo tuvieron un descenso interanual del 33% en junio y acumulan una caída del 30% en el semestre.
Al respecto, el informe indicó que “esto muestra que si bien todas cayeron, la larga vida tuvo una disminución del consumo más importante y la leche en polvo entera y semidescremada literalmente se desplomó”.
Por el lado de los quesos, que representan el 60% del consumo de lácteos, tuvieron una caída del 18% interanual en junio, expresado en toneladas, y acumulan una merma del 11% en el primer semestre.
Otros productos con caídas del consumo en el acumulado del primer semestre del año: Postres y flanes: 53,4%; Yogur y leches fermentadas: 21,2%; Manteca: 16%; Crema: 12%; Dulce de leche: 13,7%; Producción de leche 12,6%.