Momentos de tensión se vivieron ayer en la sede de la Sociedad Rural Argentina, la mayor entidad agraria del país, luego que un paquete con material explosivo dirigido al Nicolás Pino, presidente SRA, provocó un pequeño estallido al abrirlo, aunque no hubo heridos. Sólo afectó a cuatro personas al inhalar el humo, y por preocupación, fueron hospitalizados, entre ellos el propio Pino, su secretaria, Pamela Sousa, y otras dos personas. Fue la mujer quien manipuló el envío que estalló en uno de los escritorios de las oficinas de la Sociedad Rural provocando algunos daños.

En un principio, trascendió que Sousa, había sufrido un hematoma en la cara. Más tarde, ese dato fue desmentido.

El paquete de 500 gramos -que llegó vía correo- no tenía metralla, es decir que no estaba preparado para provocar daño, pero el hecho está siendo investigado como un intento de atentado o al menos una amenaza contra el presidente de la Rural.

Casi al mismo tiempo había llegado otra encomienda dirigida a Marcos Pereda Born, vicepresidente de la entidad. Por lo ocurrido, se lo relacionó con el anterior, por eso, la Brigada de explosivos de la Policía de la Ciudad lo hicieron detonar. Sin embargo, el segundo paquete llevaba un decodificador que había sido comprado y era esperado por Pereda Born, de acuerdo a lo que pudo comprobar el personal especializado al detonarlo.

La escena fue retratada en una foto que muestra un polvo negro desparramado, principalmente, sobre el monitor y el teclado de una computadora, el mouse, un teléfono, algunos papeles, un termo y un mate. Aún no pudieron determinar si se trataba de pólvora o de alguna sustancia no identificada.

En un comunicado, la SRA informó que “Nicolás Pino no estaba herido, él estaba en el lugar, pero recién se acercó cuándo vio que había humo”. “Esto es muy raro, nunca llegaron amenazas a esta oficina. Nunca vimos algo parecido, por suerte no pasó nada”, destacaron.

Los investigadores, ahora, buscan conocer cómo fue confeccionado el paquete y qué químicos provocaron el estallido. De esta manera, investigan si detrás del artefacto hay una “mano experta” y si el objetivo fue lastimar a quien lo abriera o, bien, que funcionara como una amenaza o advertencia.

En cuanto al QR estampado en la etiqueta del sobre, lleva a un número que podría ser de seguimiento (tracking). Investiga el juez federal, Daniel Rafecas.

> Las medidas que ya dispuso Rafecas

La causa quedó a cargo de Daniel Rafecas, que subroga a Sebastián Casanello en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7.

Rafecas ya ordenó medidas. Investigadores que trabajan en el caso, precisaron que fue “un delivery” quien dejó la encomienda para el titular de la entidadd. En ese sentido, tratan de establecer si se trata del empleado de alguna empresa de mensajería y solicitaron las cámaras de seguridad de la zona. Hasta ahora se sabe que

fue enviado a través del correo Andreani. Al mismo tiempo, el juez le tomará declaración testimonial a Pino y a su secretaria. Quiere saber si recibieron amenazas en las últimas horas. En ese sentido, desde la entidad agraria señaló que el paquete explosivo realizado de manera casera buscaba “atentar contra la vida” del titular de la SRA.