A través de su presidente de bloque, Rodrigo de Loredo, el radicalismo mostró sus cartas de cara a la vuelta a la Cámara de Diputados del proyecto de Ley de Bases y el paquete fiscal, iniciativas que se votarán en el recinto el próximo jueves. Mediante una larga publicación en su cuenta pública de X, el cordobés que comanda una bancada de 34 integrantes anticipó que votará muy en línea con los deseos de la Casa Rosada, ratificando la mayor parte de la redacción original que salió con media sanción de la Cámara baja a fines de abril, y desconociendo cambios aplicados en el Senado.

Por ejemplo, en el caso de las privatizaciones, De Loredo adelantó que el grueso del bloque forzará la reincorporación de Aerolíneas Argentinas en el listado de empresas sujetas a privatización, pese a que en el Senado se había acordado dejar afuera a la aerolínea de bandera.

Para el jefe del bloque radical, es “inconcebible que una empresa aérea que tiene un déficit diario de 1.400.000 dólares sea sustentada por los sectores más humildes para que viajen los más pudientes con tarifas subsidiadas”.

“Las rutas menos comerciales pueden ser cubiertas por las exigencias regulatorias por las empresas privadas. Son falsos los argumentos contrarios”, esgrimió.

Para mitigar este costo político interno, la conducción de la bancada radical le pide al Gobierno que se haga cargo de comunicar pública y claramente qué pretende hacer con Aerolíneas.

“Nuestro bloque ya por una amplia mayoría se expresó al respecto”, justificó De Loredo, explicando que el voto a favor de privatizar a Aerolíneas no debería sorprender a nadie, ya que así votaron la mayoría de los diputados radicales la vez anterior en que se consiguió la media sanción de la Ley Bases.

En este tema, como en los demás en que existen contrapuntos respecto de lo que se votó en cada cámara, hay un debate de tipo reglamentario que incomoda al radicalismo, ya que afirmar que cualquier rechazo del Senado puede ser revertido a posteriori por la cámara de origen, equivale a reconocer que nada de lo que haga la Cámara alta tiene sentido a menos que Diputados después lo convalide con su última palabra.

En relación a esta discusión de trámite parlamentario, De Loredo indicó que “una amplísima mayoría sostiene a las claras que la correcta interpretación constitucional faculta a la Cámara de Diputados a insistir con su proyecto original cuando se rechazó del texto legal una parte del mismo”.

Sobre aquellos diputados que esgrimen una interpretación contraria, De Loredo estimó que “son una minoría que, en esta ocasión, son abrazados por un sector político (en alusión al kirchnerismo) que, al margen de esta discusión, la única voluntad que tiene es que le vaya mal al Gobierno”.

“Dicho esto, llama la atención la impericia del Gobierno de no haber logrado que en la Cámara que nuclea a las representaciones de las provincias se apruebe un impuesto que se coparticipa a los gobernadores”, acotó sobre la caída de la vuelta de Ganancias en la sesión del Senado.

Por si faltaba aclaración, De Loredo manifestó que su bloque insistirá con Ganancias tal cual quedó plasmado en la redacción de la media sanción de Diputados, aunque en un pasaje posterior de su texto pidió que a cambio el Gobierno cumpla con el compromiso de eliminar el impuesto PAIS.

“Solicitado esto, no tenemos inconvenientes, ya que lo que votamos una vez lo hicimos a conciencia. Es un impuesto sano, progresivo, al cual le subimos las escalas, le aumentamos la gradualidad y Argentina está muy retrasada en promedio a los países vecinos e integrantes de la OCDE en relación a lo que recauda por el impuesto a los ingresos”, agregó.

En el caso de Bienes Personales, también reafirmó que la UCR le va a “conceder” al Gobierno la rebaja del impuesto, pese a que dicha reforma, que beneficia a la fracción más pudiente del país, implica una pérdida de recaudación del 0,6% del PBI. “Es un impuesto que más del 70% de lo que recauda es pagado por quienes tienen patrimonio superior a un millón de dólares, una pequeñísima porción de la población más rica del país”.

> Los cambios que sí aceptarán

Los únicos cambios aplicados por el Senado que el radicalismo
aceptará cuando la ley Bases vuelva la semana que viene al recinto
son en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) y
en la delegación de facultades

Se trata no casualmente de modifi caciones que el Gobierno levantó
el pulgar para que en Diputados se respetaran, con un pedido a los
bloques dialoguistas en ese sentido. También aceptarán la versión
de la reforma de “modernización” laboral que salió del Senado, destacando
como positivo que se haya incorporado como causa de despido
a los bloqueos de empresas.

Sin embargo, De Loredo anticipó que desde el radicalismo insistirán
con reponer el artículo 62 que elimina las cuotas sindicales obligatorias
para no afi liados a gremios.

“Este artículo permitía que las cuotas de solidaridad no fueran cobradas
a quienes no están afi liados al sindicato sin su expreso consentimiento”,
fundamentó.