Todo pasó en un hotel alojamiento de Salta. La mujer, que prefirió no revelar su identidad, contó que ingresó al lugar junto a su pareja y, al querer utilizar el jacuzzi,se encontró con una gran cantidad de pelos flotando en el agua,lo que le dio la impresión de que nadie había limpiado las instalaciones antes de su llegada.
Además, la denunciante señaló que la bañera tenía un shampoo usado y que las canillas no funcionaban correctamente, lo que empeoró aún más la experiencia. Para colmo, agregó queuna de las golosinas que estaban allí para comprar parecía estar en el lugar desde hace muchísimo tiempo,lo que contribuyó a hacer la situación aún más repulsiva.
La mujer aseguró que la mala higiene del lugar le resultó tan desagradable que tanto a ella como a su pareja les produjo náuseas. Indignada por lo sucedido, exigió una mejor atención y condiciones de limpieza en estos espacios.