De quedar en el ojo de la tormenta por una supuesta trama de corrupción millonaria durante su gestión, gestada desde las entrañas de la propia Quinta Olivos, Alberto Fernández cruzó ayer una delicada línea no solo en el plano judicial sino fundamentalmente en la consideración popular: el expresidente fue denunciado por Fabiola Yañez, su expareja y madre de su hijo, por violencia de género y acoso.

Frente a este nuevo escándalo, la primera reacción de Fernández fue negar las acusaciones: “Es todo falso”, sostuvo y afirmó que “demostrará ante la Justicia la falsedad de lo denunciado” y anticipó que, próximamente, emitirá un comunicado. Por lo pronto, el expresidente tiene prohibido salir del país.

Yañez había desestimado realizar la denuncia en primera instancia, cuando el juez Julián Ercolini se contactó con ella tras revisar los chats de la histórica exsecretaria de Alberto Fernández, María Cantero, en la causa por la contratación de seguros. Ahora la exprimera dama -que vive en España- retomó la denuncia judicial por ‘violencia física y mental’.

En el acta del Juzgado Criminal y Correccional Federal II, quedó registrado que Yañez “manifestó ante el juez Ercolini estar padeciendo lo que definió como ‘terrorismo psicológico’ por parte de la persona denunciada, así como acoso telefónico, de manera diaria. Dado que el presunto agresor se contactaba mediante mensajes telefónicos amedrentándola psicológicamente”.

En junio, en un peritaje que el Poder Judicial hizo del celular de María Cantero, en el marco de la causa por las supuestas contrataciones irregulares de seguros con fondos del Estado Nacional durante la gestión de Alberto, se descubrieron mensajes entre Cantero y la exprimera dama, en los que Yañez relataba un episodio de violencia de género que habría sufrido por parte del exmandatario, cuando ambos vivían en la Quinta de Olivos.

Ante ese dato, el juez Ercolini que lleva la causa de los seguros, abrió un legajo reservado en el expediente y, el 26 de junio, lo envió a la Oficina de Violencia de Género de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Desde allí, lo volvieron a enviar al juez y Ercolini decidió llamar a Yañez y preguntarle si estaba dispuesta a realizar una denuncia penal.

En un Zoom que tuvieron Yañez y Ercolini, que duró más de una hora y que quedó grabado bajo carácter reservado, ella dijo que no quería hacer una denuncia penal y el expediente fue archivado, pero ayer la exprimera dama “agotada y angustiada” decidió presentar una denuncia.

Según versiones periodísticas, en esos chats, además de mensajes de texto y audio, habría fotos y videos de Yañez con golpes y moretones en la cara y en distintas partes del cuerpo.