Las transferencias nacionales no automáticas a las provincias, también llamadas “discrecionales”, sufrieron una marcada disminución en abril, cuando recibieron $68.160 millones. Este monto representa una reducción del 28,8% en términos nominales y una caída del 81,9% en términos reales en comparación con el mismo mes de 2023. Específicamente en el caso de San Juan, las disminuciones significaron un 94,1% en lo nominal y un 99,65 en lo real
A su vez, si se considera el gasto devengado, la baja nominal alcanza el 56,7% y la real llega al 88,9%. Así surge de un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), presidido por el economista y consultor, Nadin Argañaraz, en base a datos del Ministerio de Economía.
De acuerdo con el escrito, todas las jurisdicciones experimentaron una disminución interanual real en el gasto financiado por el Estado Nacional. De las 24 existentes (23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), en la mitad la reducción en comparación con el año pasado supera el 95%. En Salta y Entre Ríos, esta cifra alcanza el 99%.
En cambio, las bajas menos significativas en este aspecto se registraron en CABA, Santa Cruz y Misiones, con caídas del 29,2%, del 61,7%, y del 64,2%, respectivamente. San Juan ocupa el puesto 12 entre las 24 jurisdicciones, con el 94,1%, aunque mucho más cerca de Salta y Entre Ríos, que CABA y Santa Cruz
En cuanto al gasto devengado real, las jurisdicciones con mejor rendimiento, aunque también con números rojos, fueron CABA (-27,9%), Misiones (-77,1%) y Santa Fe (-85,9%).
En contraste, las más afectadas en este aspecto fueron Entre Ríos y Córdoba, con una disminución del 99,9%, seguidas por Chubut, La Pampa y La Rioja, estas últimas con una caída del 99,8%.
Aquí, San Juan se ubica en el puesto 18 del ranking de las 24 jurisdicciones, aunque mucho más cerca del límite inferior, con apenas 0.3% de diferencia.
¿Cuánto cayeron las transferencias a las provincias en lo que va del 2024?
En cuanto al balance del primer cuatrimestre del año, la tendencia negativa persiste: todas las provincias experimentaron una disminución real en los fondos transferidos desde el Ejecutivo.
En lo que va del 2024, el gasto pagado totaliza los $144.438 millones, según el reporte de IARAF, reflejando una disminución del 37,6% nominal en comparación con el mismo período del 2023, y una reducción del 84,1% en términos reales.
Ocho de las 24 jurisdicciones argentinas experimentaron una disminución interanual superior al 95%, con especial énfasis en los casos de La Pampa, San Luis, La Rioja y Córdoba, donde la reducción supera el 98%.
En cuanto al gasto devengado real, las provincias con mejor desempeño fueron Santa Cruz (-30,6%), CABA (-31,4%) y Chubut (-65,7%).
Mientras que, liderando el podio de las que sufrieron mayores declives, se ubicó la provincia gobernada por Ricardo Quintela, con una variación negativa del 97,3% año tras año.
¿Qué son las transferencias discrecionales?
Las transferencias discrecionales son, en su definición, aquellas que el Estado Nacional otorga a las provincias sin que exista una ley que regule su distribución, siendo estas encuadradas en decisiones políticas, según el gobierno de turno, para la asistencia a provincias y municipios, o en inversiones de carácter especial.
A su vez, estos fondos se utilizan para una variedad de programas, incluidos aquellos relacionados con el funcionamiento de hospitales, como es el caso del Garrahan, así como para iniciativas en el ámbito educativo, políticas socioeducativas y proyectos de desarrollo y suministro de energía nuclear, entre otros aspectos.
Los recortes en las transferencias no automáticas, es decir, aquellas que no surgen de leyes que determinan un porcentaje específico de un impuesto nacional o varios de ellos para ser distribuidos a las provincias, son uno de los principales componentes del ajuste fiscal implementado por el gobierno de Javier Milei en los últimos meses.
“Si lo actualizamos al valor de hoy, el año pasado el Estado Nacional gastó 5,4 billones de pesos en transferencias a las provincias”, afirmó el libertario en la apertura de sesiones ordinarias, celebrada el pasado 1 de marzo, donde resaltó éste como uno de los aspectos clave de la reducción del gasto del Estado, que llevó a un superávit financiero del 0,2% del PBI en el primer trimestre del año.
“Dicho resultado surgió de eliminar la obra pública, reducir el 98% de las transferencias a las provincias, reducir los ministerios a la mitad, echar empleados públicos fantasmas, eliminar planes sociales a personas que no lo necesitaban, terminar con los intermediarios de la pobreza y reducir al mínimo la flota de autos, asesores y teléfonos celulares. Es decir, si bien ha habido licuación, ha habido mucho más de motosierra, todo para la política”, aseguró el mandatario en el Congreso.