La posibilidad está latente desde hace tiempo pero su complicado estado de salud le ponía puntos suspensivos. Pero ayer, por primera vez desde que es Sumo Pontífice, el papa Francisco comentó que está en sus planes viajar a la Argentina ya sea a finales de noviembre o a comienzos del año próximo. Es la primera vez que Jorge Mario Bergoglio pone fechas más concretas a su regreso a la tierra que lo vio nacer.
Así se desprende de la respuesta que le brindó a tres niños de parroquias de Villa Lugano y Mataderos que lo fueron a visitar al Vaticano. “¿Cuándo venís a la Argentina?”, le preguntaron con interés, según informó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA).
“Me gustaría ir para fines de noviembre o principios del año que viene”, respondió el Papa a los chicos, que lo fueron a conocer a la Santa Sede junto a sus madres, con la compañía del presbítero Iván Dornelles, secretario ejecutivo de la Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires.
En febrero pasado, el Papa recibió en Roma al presidente Javier Milei, quien aprovechó la ocasión para extenderle una invitación al país, comprometiéndose a recibirlo con los honores de un jefe de Estado.
Durante la visita de las familias argentinas en la Santa Sede, el Papa recibió como obsequio un ejemplar del libro del periodista y escritor Ceferino Reato sobre el padre Carlos Mugica.
En otro orden, Francisco le pidió la renuncia al arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, noticia que generó un fuerte cimbronazo en el Episcopado argentino. La de La Plata es la tercera jurisdicción eclesiástica en importancia del país después de Buenos Aires y Córdoba.
A los 55 años, Mestre se vio obligado a presentar su renuncia, que fue aceptada ayer por el Sumo Pontífice.
Mestre había sido proclamado el 28 de julio de 2023 por el propio papa Francisco como arzobispo para reemplazar al hoy cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández, que llevó a Roma para presidir el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Apenas un año duró en el cargo ahora que fue desplazado por razones que se desconocen. Normalmente los reemplazos se producen por llegar al límite de edad de 75 años, por enfermedad, muerte o bien por promoción a un cargo de mayor jerarquía, pero nada de eso sucedió con Mestre.