Tras la difusión de un video con las primeras imágenes de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venezuela, el Gobierno confirmó que apela a medios tecnológicos para establecer la geolocalización y hacer una identificación facial.
“Estamos analizando todo: movimientos, contextura física y lugares para intentar determinar donde y cuándo se tomaron las fotos. Además, se intenta acceder a la metadata (del archivo), que revela la fecha y la geolocalización del video, es decir, el lugar donde se grabó”, revelaron a TN altas fuentes del Ministerio de Seguridad.
De todas formas, aclararon, la metadata “se puede borrar y hacer desaparecer al ser traspasado a otros celulares o dispositivos electrónicos”, por lo que “va a ser muy difícil poder acreditar que ese video fue filmado en tal lugar y a tal hora”.
Respecto a la posibilidad de que la persona que aparece en el video sea o no Gallo, en Seguridad se limitaron a decir que “es posible”, ya que “se lo toma en forma lateral”. Por eso, explicaron, “se está trabajando en la identificación facial”.
“Esta no es la manera de informar sobre la detención de la persona. Mantenerla secuestrada, hacerla caminar y mandar una foto es ilegal. Además, los centros de detención en Venezuela no son como están en el video. Los sobrevivientes de los centros de detención relatan horrores”, cuestionaron las fuentes.
Este viernes, tras la difusión de las imágenes, la ministra Patricia Bullrich habló de “una pantomima del régimen”, mientras que el director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad, Fernando Soto, dijo que se trató de “una puesta en escena”.
“Es una desaparición. Este video no es oficial. No están informando dónde está detenido”, apuntó Soto y trazó un paralelismo con los desaparecidos en la última dictadura militar argentina. “(Jorge Rafael) Videla decía ‘Están detenidos’. No decían dónde, ni por qué”.
“Es una desaparición forzada, un delito de lesa humanidad, por eso la denuncia”, insistió el funcionario sobre el reclamo presentado ante la CIDH. También agregó: “Hay convenios internacionales que establecen que un Estado tiene derecho a tomar contacto con un nacional detenido en el extranjero, con la familia y tener un diálogo personal o telemático. Nunca lo permitieron. Lo detuvieron porque lo quisieron detener. Entró legalmente en Venezuela. Esto es una violación de todos los derechos”.
Por su parte, Bullrich aseguró: “No aceptamos ningún juego de una aparición, de una foto, que aparece en un lugar desconocido, caminando, sin sonido y sin fecha”.
“Lo único que la Argentina acepta es que sea puesto en un avión y enviado al país. No existe una condición de mostrar que lo tienen bien, como si fuese un régimen normal, esto es una dictadura y las dictaduras hacen estas cosas, dan pruebas de vida”, dijo la funcionaria.