En la gestión de Marcelo Orrego buscan que San Juan eficientice el uso de la energía eléctrica y para eso, están diseñando un sistema que premie a los usuarios que más ahorren. El plan, que actualmente está en plena elaboración mediante un proyecto de ley, establece que el Estado hará una evaluación técnica en domicilios y los que cumplan con los estándares óptimos de consumo, obtendrán importantes descuentos de impuestos. Al mismo tiempo, habrá una invitación a los municipios, para que también dispongan incentivos.
El plan oficial lleva el nombre de “etiquetado de viviendas” y se encuentra en etapa de redacción por parte de especialistas de la Dirección de Planeamiento, que depende del Ministerio de Obras Públicas que dirige Fernando Perea, y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Una vez listo, será enviado a la Cámara de Diputados, con la intención de que se convierta en ley y en una política de Estado.
El objetivo de la administración de Marcelo Orrego es alentar a los sanjuaninos a que gasten menos electricidad, lo que implicaría cuidar el bolsillo. Más cuando se espera que la tarifa se vaya a las nubes en lo inmediato: el Gobierno nacional dispuso la quita de los subsidios en el sector energético y a partir de julio, la boleta de la luz llegará en principio con aumentos de hasta el 200%.
Si los legisladores provinciales aprueban el proyecto, las familias que lo deseen podrán pedir una evaluación de su domicilio para determinar qué consumo eléctrico tienen. Las que alcancen los niveles apropiados, recibirán un beneficio del Estado y las que no califiquen, se quedarán con las ganas y tendrán la chance de probar más adelante.
Los usuarios que presenten el mejor ahorro energético recibirían la etiqueta A y se harían acreedores a rebajas en los impuestos provinciales que deben pagar mensualmente. La segunda en orden de eficiencia sería la B y así sucesivamente, hasta llegar a la etiqueta G, que es la que refleja una menor eficiencia.
En la verificación domiciliaria, el Estado prevé tener en cuenta aspectos que son fundamentales para el consumo eléctrico. Por ejemplo, orientación de la vivienda, mecanismos de aislamiento, ventilación, grosor de las paredes, uso de artefactos que funcionen con energías alternativas (calefones solares, entre otros) y las características de los aparatos de refrigeración y calefacción.
Por el momento, no está definido cuál sería el descuento de impuestos para los que superen la prueba. El director de Planeamiento de la provincia, Federico Manini, le dijo a este diario que eso surgirá de un estudio que están realizando las autoridades del Ministerio de Hacienda, que es quien administra los recursos públicos y de quién depende la recaudación tributaria.
Sea cual sea la definición que tome la cartera que dirige Roberto Gutiérrez, el beneficio para los usuarios más eficientes debería contar con el aval del parlamento provincial para ser llevado a la práctica. Esto, porque es la Cámara de Diputados la única que puede legislar en materia tributaria, es decir aumentar y bajar impuestos o disponer de exenciones.
En el recinto legislativo, como sucede desde diciembre, a partir de la nueva conformación, el oficialismo es minoría. Eso implica que, al igual que otras iniciativas que saldrán desde Paula y Libertador, necesitará de acuerdo con sectores de la oposición para juntar suficientes votos.
La intención de Orrego es que los premios no queden sólo en la órbita provincial. Habrá un convite a los intendentes, para que se acoplen a la iniciativa y ellos también dispongan, mediante el Concejo Deliberante, una baja de tasas municipales para los domicilios que consigan alguna de las etiquetas de eficiencia.
El proyecto incluye un aparato especial para el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). En caso de prosperar, adelantó Manini, el organismo tendría la obligación de empezar a construir casas que tengan las condiciones que exige, como mínimo, la etiqueta C, de manera que sea el mismo Estado el que se ponga a tono con el ahorro energético masivo que busca el plan.
El sistema de etiquetado traería una serie de beneficios adicionales, que van más allá de los premios. Las familias que no consigan algunas de las etiquetas, contarían con información para adecuar sus viviendas y hacer ajustes que las ayude a gastar y pagar menos por el servicio eléctrico, además de mayores posibilidades de aprobar el examen la próxima vez. De la misma forma, los privados que vayan a empezar a construir tendrían a mano una referencia concreta para una vivienda que, de movida, cumpla con los estándares óptimos de consumo.
Usuarios
255 mil usuarios tiene el sistema eléctrico en San Juan, según el EPRE. De todos modos, el número es muy dinámico por permanentes altas y bajas.
Con la UNSJ
Para poder realizar las inspecciones domiciliarias previstas en el proyecto que está aún en construcción, Planeamiento está armando un cuerpo de especialistas que serán capacitados gracias a un acuerdo firmado entre la repartición pública provincial y la UNSJ.