El Gobierno criticó a la Conderación General del Trabajo (CGT) en medio del paro: “Es uno de los últimos coletazos de quienes viven de la extorsión y el apriete”. Desde Casa Rosada vincularon a la tercera medida de fuerza de la central sindical contra el Gobierno con “la casta sindical kirchnerista de los Moyano”. Afirmaron que la huelga “persigue intereses políticos”.

Consideraron que “es un paro que persigue intereses políticos y nada tiene que ver con los trabajadores” e insistieron en que “es el tercer paro que le hacen a Milei frente a los cero que le hicieron a Alberto Fernández”.

Advirtieron que “no toleran que los trabajadores salgan adelante por su propia cuenta, sin ellos”, y mencionaron que “mientras el salario promedio de diciembre de 2023 fue de 300 dólares, el de enero de 2025 fue de 1100 dólares”.

Criticaron que “eligieron no parar cuando había un presidente que acumulaba 1020% de inflación en su gestión y sumergía al 57% de los argentinos a la pobreza, pero sí lo hacen contra el presidente que pulverizó la inflación y que sacó a 10 millones de argentinos de la pobreza”.

Desde Casa Rosada redoblaron las críticas contra a CGT, “que por tercera vez dejan sin trabajar a millones de argentinos”, y les pidieron que a quienes los amenacen para obligarlos a sumarse al paro hagan la denuncia a la línea 134.

Cuestionaron que “dejan al trabajador sin tren ni subte mientas ellos se mueven en autos importados”, y que “hablan de ‘justicia social’ y viven en los barrios privados más caros”.

Plantearon que los integrantes de la CGT “están atrincherados en el poder político-sindical, enquistados en el nido de la casta”, que “el avance de la libertad implica el fin de sus negocios y, como los animales salvajes cuando están acorralados, contraatacan para sobrevivir”.

Advirtieron que “880 millones de dólares les cuesta este paro a los argentinos, plata que los trabajadores pierden y que no podrá recuperarse”.