La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha informado que hay un 60% de probabilidades de que La Niña se presente entre julio y septiembre, y un 70% de probabilidades entre agosto y noviembre de este año. Este fenómeno climático, caracterizado por la oscilación de temperaturas en el océano Pacífico ecuatorial, suele ocasionar precipitaciones por debajo de lo normal en Argentina.

La severa sequía que afectó a Argentina en 2023 podría repetirse en 2024 y 2025 si las proyecciones climáticas de la OMM se cumplen. El organismo ha señalado que El Niño, responsable del aumento de las temperaturas globales y de condiciones meteorológicas extremas, podría finalizar a mediados de este año, aumentando así las probabilidades de que La Niña resurja hacia finales de 2024.

Según el último informe de la OMM, “El fenómeno El Niño 2023/24, que elevó las temperaturas globales y generó condiciones meteorológicas extremas, está mostrando signos de finalizar. Es probable que La Niña retorne más adelante este año.” Los pronósticos indican que entre junio y agosto de 2024 hay un 50% de posibilidades de que El Niño evolucione a “condiciones neutrales” y otro 50% de que cambie a La Niña.

Pronósticos de la temperatura del aire en superficie para la temporada junio-agosto de 2024. (OMM)

La OMM también ha descartado un riesgo significativo de reaparición de El Niño durante el resto del año. La posible llegada de La Niña es crítica porque podría coincidir con el inicio de la siembra de cultivos clave como trigo, maíz y soja para la campaña 2025, lo que implicaría una potencial reducción en la cosecha y una disminución en la liquidación de divisas del sector agrícola.

El fin de El Niño y el regreso de La Niña

El fenómeno El Niño, que contribuyó al aumento de las temperaturas globales y a condiciones climáticas extremas en todo el mundo, está llegando a su fin. Se espera que hacia fines de 2024 se repita La Niña, que impactó a Sudamérica desde 2020 hasta 2023.

Probabilidades de La Niña en 2024

La OMM pronostica un 60% de probabilidades de que La Niña aparezca en el periodo julio-septiembre y un 70% en agosto-noviembre. El riesgo de reaparición de El Niño en lo que queda del año es “insignificante”.

Impacto en la agricultura

La fecha de retorno de La Niña coincide con el inicio de la siembra de trigo, maíz y soja para la campaña 2025. Una nueva sequía podría implicar una disminución en la cosecha y la consecuente reducción en la liquidación de divisas provenientes del sector agrícola el próximo año.

Efectos de La Niña en Argentina

La Niña provoca un enfriamiento a gran escala de las temperaturas del Pacífico ecuatorial, lo que se asocia a cambios en la circulación atmosférica tropical y genera efectos climáticos opuestos a los de El Niño. En Argentina, La Niña suele traer precipitaciones por debajo de lo normal y sequías, como la registrada entre 2022 y 2023.

Contexto de cambio climático

La OMM advierte que estos fenómenos climáticos naturales se producen ahora en un contexto de cambio climático inducido por el hombre, lo que aumenta las temperaturas globales, exacerba las condiciones meteorológicas extremas y repercute en los regímenes estacionales de precipitaciones y temperaturas.

Pronósticos de precipitaciones para la temporada junio-agosto 2024. (OMM)

Medidas preventivas

Es crucial tomar medidas preventivas para mitigar los efectos de este fenómeno climático y proteger la producción de alimentos. Las autoridades agrícolas y los productores deben estar atentos a las proyecciones climáticas y tomar medidas como diversificar los cultivos, optimizar el uso del agua y adoptar prácticas agrícolas sostenibles.

Avanzando hacia una agricultura sostenible

El cambio climático agrava la situación, por lo que es fundamental avanzar hacia una agricultura más sostenible y resiliente. Esto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, adoptar tecnologías innovadoras y fortalecer los sistemas de alerta temprana.

La reaparición de La Niña en 2024 y 2025 es un llamado a la acción

Es necesario trabajar en conjunto para proteger la producción agrícola, garantizar la seguridad alimentaria y construir un futuro más sostenible para el país.

La OMM ha advertido que estos fenómenos naturales ahora se producen en un contexto de cambio climático inducido por el hombre, lo que exacerba las temperaturas globales y las condiciones meteorológicas extremas, afectando los patrones estacionales de precipitaciones y temperaturas. A pesar de los efectos de enfriamiento de La Niña desde 2020 hasta principios de 2023, los últimos nueve años han sido los más cálidos jamás registrados. El Niño alcanzó su punto álgido en diciembre de 2023, convirtiéndose en uno de los cinco más fuertes registrados.