El jueves pasado el FMI aprobó la octava revisión del acuerdo y ayer envió fondos al país por U$S 800 millones que elevaron las reservas brutas del Banco Central hasta casi los U$S 30.000 millones, la Ley Bases está aprobada, aunque todavía sin Ganancias ni Bienes Personales como exige el Fondo, cosa que aún puede corregir la Cámara de Diputados. Mayo volvió a cerrar con superávit financiero y hasta se renovó el swap con China por U$S 5.000 millones. Sin embargo, esta calma política no alcanza y el mercado cambiario le está jugando una mala pasada al Gobierno. Ayer, el dólar blue, termómetro para medir el estado de ánimo o las expectativas económicas inmediatas y futuras, cerró en $1.305 y marcó un nuevo récord nominal. En San Juan, en tanto, la divisa en la franja informal trepó hasta los $1.350.

La divisa paralela aumentó 25 pesos ayer en la city porteña y acumula 60 pesos en las últimas dos jornadas.

Con un ajuste del dólar mayorista de 1,5 pesos para terminar el martes en $905, la brecha cambiaria se ubica en el 44,2%. La cotización blue vuelve a ser por bastante la más cara del mercado.

“Se puede decir que el blue no está subiendo, sino que está acompañando la inflación. El dólar paralelo hoy a $1.300 es equivalente, en términos reales, al dólar de febrero que estaba en $1.000, en términos nominales, pero ajustado por inflación serían $1.300 al precio actual. De hecho, si nos fuéramos a diciembre, donde también estaba a $1.000, ajustado por el índice de precios al consumidor (IPC) sería equivalente a $1.800 de ahora”, resume Jorge Colina, economista de Idesa.

De acuerdo a los datos oficiales, en los primeros 5 meses del año, el billete estadounidense ascendió alrededor de 30% en el mercado libre, mientras que la inflación fue cercana al 72% en el mismo período.

En principio, la justificación del mercado al alza de los últimos días indica que existen varios factores, que generan “ruidos” y tienen que ver con señales económicas que provienen desde el FMI y que generaron alertas.

También entran en juego otras variables, como los feriados de la semana (sólo dos días hábiles), el cobro del medio aguinaldo, que permite proteger ese plus en moneda dura, la llegada de las vacaciones de invierno y de la Copa América, algo que genera más demanda de divisas para viajes al exterior y ahorro. En tanto, el FMI pide también la eliminación del dólar exportador, entonces hay incertidumbre en el campo.