La Diócesis de Zarate – Campana informó ayer la expulsión del sacerdote Javier Olivera Ravasi, quien organizó la reunión entre un grupo de legisladores de La Libertad Avanza y represores en el penal de Ezeiza por “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes”.

Olivera Ravasi es hijo del represor Jorge Antonio Olivera, condenado por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan durante la última dictadura, a quien se conoce como “el jefe de la represión” en la provincia durante los ’70. Fue el autor del secuestro y posterior desaparición de la modelo Marie Anne Erize, entre otros.

A través de un comunicado, la Diócesis argumentó que “en reiteradas ocasiones, se recibieron en este Obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se anteponía al testimonio cristiano”. Asimismo, revelaron que le solicitaron “un cambio de actitud y comportamiento en su proceder”, y que “al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud” procedieron a no renovarle la autorización para desarrollar actividades pastorales en el distrito.

Lo cierto es que, tal cual detalle, Olivera Ravasi se inició en la Diócesis de San Rafael de la provincia de Mendoza, y desde hace algunos años se encuentra fuera de la misma. “Por razones familiares que aludió, el sacerdote solicitó residir en Zarate-Campana, lo que se le concedió por el término de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año, quien posteriormente dejó el lugar y retornó varias veces sin aviso alguno”, precisaron.